Hoy una entrada breve. Si Francisco ha sido despedido desde aquí casi en silencio, a juzgar por las evidencias de grupos sociales de curas y asistencias a los funerales organizados, León XIV ha sido acogido sin grandes halaracas ni muestras de emoción especiales. Ni siquiera he percibido mensajes o actitudes eufóricas por su condición de misionero. Mensajes de educación contenida y, eso sí, alegría por tener Papa, pero.... apenas nada más. Ya he dicho que la sensibilidad eclesial de este continente se quedó anclada con Juan Pablo II. He manifestado en las quinielas que se hacían sobre el candidato a sucesión que "africano......... debía esperar", como así parece ha sido finalmente. He de confiaros que pensé primero que un asiático tomaría las riendas, por eso de ser el continente donde la fe parece crecer sobremanera. Viendo después las fotos del cónclave, me río porque me aplico aquello de "no estás lejos de la voluntad de Dios", en tanto que Prévost estaba entre Tagle y el bueno de Sako. Digamos que mi intuición no estuvo lejos físicamente de lo que después resultó ser esa difícil respuesta entre el Espíritu y las voluntades de los padres purpurados.
Quienes le conocen dicen que habla poco, pero escucha mucho. Es de carácter observador y detallista. Creo es un papa para estos tiempos en los que la economía amenaza con liderarlo todo y justificar de igual modo incluso hasta la guerra. Esa opción preliminar por la paz y la búsqueda de la dignidad humana sobre todo, son dos aspectos que definen muy bien este tiempo en el que estamos. Su edad presagia un recorrido intenso en el que se pueda ir acariciando los ejes de lo que será su pontificado. Que sea misionero, repito, es algo muy importante porque conoce bien esas latitudes de nuestro mundo y humanidad, que aún están deseando ser tocadas por la gracia. A cada papa hay que aprender a quererlo y ello requiere hacer camino juntos. Nunca he entendido esas posturas, incluso dentro de la Iglesia, de rechazo. Todos aportan algo del conjunto de la Iglesia para que el Evangelio siga resonando en el corazón de la humanidad. Son como retazos diferentes de un mismo y precioso paño. De éste me admira de entrada su temor y temblor ante lo que le han confiado. Como en su primera alocución manifestó, en todo vencemos si permanecemos juntos. Damos un paso al frente, con esperanza, guiados por este nuevo pastor de la iglesia universal. No se si en África, que es aceptado, será también secundado.
Gracias Jesus por la mención. Seguimos aprendiendo unos de otros haciendo misión , y aprendiendo de los que hacéis tan bien la misión allí
ResponderEliminarCoincido en que la gran mayoría de seguidores de la iglesia mantenemos la misma fe y amor que dejó en su estela Francisco. Mi apoyo total, respeto y amor sigue para León. Son tiempos muy duros y locos pero los buenos somos más y tenemos esperanza!
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