martes, 30 de abril de 2024

Mt 25,40

En el Congo bosquimanos, en Angola Cassai, en Camerun y Gabón Ba’aka y aquí Aka. La población pigmea habita estas selvas de la cuenca del Congo desde la noche de los tiempos El rastro de esa antigüedad se percibe en su modo particular de vida como pueblo recolector e hijos de los bosques. Un grupo humano que sobrevive a los excesos impuestos por el progreso. Caracterizados por su rostro ancho y su estatura menuda, este pueblo tiene otras muchos rasgos. Son monógamos y por lo general no hay madres solteras. Dedicados a la recogida de los frutos de la naturaleza, sus poblados refieren una vida familiar estable y cuidada. No están libres de arquetipos sociales, como el de primitivos, en aras de excluirles. Tampoco son ajenos a las amenazas que se ciernen, interesadas, desde las bajezas humanas de la globalización, como es el caso del acceso al alcohol que adormece, aisla y domestica especialmente a los más jóvenes.

Durante unos días con Mario, he estado visitando poblados y campamentos aka en el territorio de la parroquia. Contamos con 27 asentamientos, quedándonos por conocer los que están del otro lado del río, de la Lobaye. Habrá que preparar bordón, y mochila porque el mas alejado dista unos 30 kms del cauce y serán jornadas de caminos y de vida en la selva, ya en la frontera casi con el Congo.  Estos cuatro días hemos estado reunidos en M’baïki con una cincuentena de ellos de toda la diócesis, para escucharles acerca de sus problemas y preocupaciones, sus posibilidades y capacidades. Ludovic, Enmanuel y Benicia son los líderes aka que hemos traído de M´bata, de tres campamentos diferentes. La Comisión Pastoral Aka, pretende protagonizarles acerca de sus vidas. Hay que partir de un trabajo de centrada autoestima que les dignifique y les permita asumir las responsabilidades de cara a un futuro mejor inmersos en  el conjunto de la sociedad centroafricana.

Viven en poblados, campamentos muy efímeros de apenas una estructura de palos sobre la que se organizan las ramas que les cubrirán del sol abrasador y de la imprevisible y copiosa lluvia. Inmersos en un mundo físico en el que se convive con lo espiritual (maléfico o benéfico), dimensión con la que se entra en contacto porque intervienen de diverso modo en los vivos.   “Ba nzambé” es Dios como divinidad o ser supremo, el concepto y la idea. Concretado como creador es “Má Bembe”. Los ancestros también tienen relación en ocasiones con sus familiares. 

La muerte no es para ellos ruptura alguna, si no prolongación espiritual de una preexistencia física.  Son ágrafos y su lengua aka es transmitida de modo oral. Sus procedimientos escolares tradicionales parten de una enseñanza de los sentidos. El maestro enseña a observar, a escuchar, a oler, a tocar, para después pasar a la expresión corporal  de las sensaciones y experiencias humanas, mediante la danza y el canto. Cuando un joven se cubre de vegetación y danza vertiginosa e incesantemente en círculos hasta su extenuación, estamos ante el “Mé kóndí”, espíritu del bosque que ha acogido a alguno de los habitantes del campamento para hacerlo ya para siempre habitante del bosque.

Estos son los “pequeños” del evangelio, no porque lo sean en verdad taxonómicamente, si no por su realidad, la que viven como minoría y ésta amenazada. Las distorsiones pueden ser por factores sociales en su relación con el resto de poblaciones del país o la entrada de elementos culturales externos (precisamente nunca los mejores). También condicionantes de factores naturales a cuenta de la destrucción del hábitat de la selva y la consecuente transformación climática.

Es toda una apuesta y un compromiso evangélicos estar junto a ellos, tal y como son y hacer lo posible porque todo lo que respecta a la dignidad del ser humano les afecte también y les permita vivir según su modo en medio de no poca adversidad de nuestra civilización contemporánea que arrasa y uniformiza. El porcentaje entre ellos de católicos es exiguo, quizá  evidencia del interés que hacia ellos se ha mostrado desde la propuesta misionera. Quizá sea el momento ahora de recuperar el tiempo perdido y desde unas claves misionológicas, mucho más elaboradas y respetuosas hacia sus formas de vida, podamos hacer camino juntos, “zo kwe zo”. Quizá estos “pequeños” de Mateo sean también “las ovejas de otro redil” que refiere Juan (Jn 10,16-18).

viernes, 26 de abril de 2024

FARAONES EN CAMINO

Su piel es bronceada pero no negra. Sus facciones reflejan que no son de aquí, no refieren parecidos raciales con las etnias del país. Son muy parecidos a los guerreros Massai de Kenya, aunque hay quien les refiere su origen a Etiopia. Rostros y cuerpos tatuados en pieles finas y curtidas. En cualquier caso, son foráneos y su carácter nómada y  pastoril les hace estar de aquí para allá buscando siempre pastos para sus enormes rebaños de vacas. Unas vacas que no son como las frisonas o charolesas nuestras. Aquí las vacas, Ankole-watusi o Sanga son altas, con una jorobilla al cuello y enormes en verdad y gruesos cuernos, dispuestos a modo de una gran uve que prolonga soberanamente sus sienes.

Me estoy refiriendo con todos estos detalles a la etnia de los Peuhls, un grupo humano que recorre caminos y traspasa fronteras aquí en África. Un grupo nada fácil de definir. En el camino a Molangue I el otro día, me he cruzado con un enorme en verdad rebaño trashumante de ellos. Organizados por grupos de familias, desfilan de modo ordenado junto con sus enseres y familias que portan también los bóvidos, meciendo a su paso a los pequeños que duermen sobre sus difíciles, ya de por sí, lomos. Detuve el coche a un lado y durante unos veinte minutos pude contemplar esta caravana ancestral cuya estampa nos devuelve a nuestro ser primordial. Me limité a saludar amigablemente según pasaban y me contuve por  prudencia a la hora de tomar fotos, aunque algunas hubieran sido de concurso.

Estos pastores nómadas llegaron con sus ganados desde el vecino Camerún en los años 1920  y más tarde se les unieron etnias fulani de Nigeria, Chad y Sudán. Son musulmanes en su gran mayoría y en ocasiones también grupos de sospecha y complicada convivencia en especial en los momentos convulsos y violentos que ha vivido el país. Se adornan ellos más que ellas, además de  con los tatuajes, con vistosos ropajes, collares y pinturas, todo aquello que les haga destacar sus ojos y boca, que en especial son expresivos por demás. Este aspecto ha hecho que les hagan descendientes de lo egipcios incluso. De este modo, telas llamativas, tocados y sombreros que para nosotros resultarían de estridente elegancia, pieles empolvadas en colores, todo sirve para destacarse como diferentes con respecto a las poblaciones que visitan y diferentes también entre sí, siendo todo ello una composición semántica del símbolo. Amarillo para el sol y la divinidad, blanco para la sabiduría, rojo para la fuerza, negro para la guerra,… Son muy conocidos los tatuajes que se hacen encías y alrededor de la boca.  Dicen que lo hacen como signo de madurez, independencia y bravura.  

Se organizan en castas y se rigen todos por un código tradicional (Pulaaku) que respetan y en el que están recogidos aspectos como la propiedad o el matrimonio. Son monógamos y el primer matrimonio (antes de los 21) es concertado por los padres, no así los siguientes como consecuencia de viudedad o divorcio, siendo éste último un estado muy elaborado dentro de sus normas. Son las mujeres y entre ellas especialmente las ancianas, las que se encargan de la transmisión oral de sus tradiciones, ritos, canciones y mitos ancestrales. Dentro de sus reglas están la belleza, el gusto por la sabiduría y la discreción, ésta última en exceso les ha granjeado la fama de individualistas, muy celosos de lo suyo. Por lo general el tiempo les ha ido convirtiendo no sólo en pastores de rebaños, si no también en dueños de los mismos. 

Este cruce en el camino, con sentidos diferentes, me permite reflexionar sobre muchas cosas. La cantidad de gente que hace del camino su hogar y quehacer diario, la complicada de por sí convivencia de etnias y culturas, el caldo de cultivo que pueden representar ante unas propuestas menos rigoristas y con beneficios más rápidos de obtener… Me estoy refiriendo a la constante tentación para estos grupos humanos desarraigados que puede suponer engrosar las filas de quienes hacen del tráfico de los bienes naturales y la violencia, las armas de esa nueva trashumancia que recorre los caminos de este continente y cruza todo tipo de fronteras, físicas y naturales y también las morales, como a la vista ha manifestado la historia reciente de este país. Dios quiera que la paz y el respeto sigan siendo el terreno que pisemos todos  y los pastos que nos nutran con la esperanza de llegar a conseguir ese horizonte de sana y diversa convivialidad.

lunes, 22 de abril de 2024

INVERSAMENTE DESPROPORCIONAL

Nos acercamos a Bangui-Bouchia para resolver varios asuntos. Tarde tórrida y donde el calor lo invade todo. Gracias que el coche cuenta con aire acondicionado y al menos los trayectos son llevaderos. Llegamos y tras contactar con el catequista, el responsable y el yaya kota, vamos a visitar la casa del antiguo catequista Boniface, ya difunto. Un encargo hecho por el obispo, que le conoció y estimó, ante la petición de su viuda. Es una casa pequeña, con muros agrietados, una parte de cobertizo abierto que utilizan como cocina y un tejado en piezas de bambú, podridas y secas por demás, que dejan ver más huecos que otra cosa. En este lugar viven dos jóvenes, hijos del difunto. Él de unos 25 años, hoy ausente y su hermana un poco menor pero en un avanzado estado de gestación del que será ya su tercer hijo. Me dice está de nueve meses ya, algo que no puede esconder. Evaluamos la vivienda para informar de su estado al obispo. 

Un rato sentados al amor de la sombra de la vivienda del responsable, nos permite hablar y tratar el caso de un hombre al que hay que operar de une hernia en el hospital de Mongoumba. Planificamos de acuerdo con el médico que a partir de mediados de mayo se hará la consulta, la operación y los quince días de convalecencia. El precio de la operación es de 30.000 Fcfa, unos 46,€. Deberá buscar quien le ayude o preste y cómo hacer frente también a los gastos de su hospitalización. La misión le ayudará, pero eso, le ayudará….

De regreso paramos un momento en Bouchia para pedirle a mamá Rosalie que el martes próximo acoja a una mujer Aka (pigmea) hasta que lleguemos a recogerla para llevarla a Mbaïki al encuentro de la Comisión Diocesana Aka, que juntará a unos 60 líderes Aka de toda la diócesis para abordar problemas  y afrontar acciones de cara a su  situación. 

Reemprendemos camino de regreso a Mbata y antes de llegar a Ngbokia, un numeroso grupo de personas en la ruta, nos indican con sus brazos que algo sucede. Efectivamente, al lado derecho de la cuneta, yace volcado boca abajo un gran camión cargado de hierro, proveniente del Congo. Madera, cemento, hierros y combustible, son los cargamentos habituales de esta ruta. Aparco el coche y bajo hasta el lugar. La población ha aprovechado para poner bidones y recipientes de todo tipo para recoger el gasoil que destila de los grandes depósitos del camión, ahora sus bocas invertidas… Deduzco que hace escasos instantes ha sucedido el percance. Me acerco a la cabina donde una gran expectación me permite ver dentro al conductor que está atrapado por un brazo. Parece que está bien y también los otros tres ocupantes de la cabina. Es un milagro. Comienzan sin sentido todos a utilizar hachas y todo tipo de herramientas para destrozar la ya maltrecha cabina, en su parabrisas, en sus puertas… Muy pulsionales y nada organizados les alerto, no creo que con mucho éxito, del cuidado de estas acciones que les puede herir si no prestan atención en medio del barullo. Y les digo me acercaré a Mbata a la Gendarmería, para informar. 

Asciendo por detrás del camión intentando explicarme el accidente, que creo es debido como consecuencia de querer evitar  los grandes baches del centro de la ruta, se ha orillado demasiado y el terreno ha cedido haciendo que el gran camión haya simplemente tomado la cuneta y volcado. Los escasos 8 kilómetros que nos separan permiten que a los camiones que nos cruzamos, alertemos del percance.   En la Gendarmería reina la paz. Dos agentes bajo la paillote del exterior, les permite sobrellevar el calor. Nos aludamos y refieren sin inmutarse demasiado que es la primera noticia que tienen al respecto. El suelo de esta sombra tradicional recoge tirados varios cascotes de cerveza  ya consumidos. Me dicen esperarán la llegada del oficial para tomar una decisión. Nos agradecen la misiva y entramos a la misión reflexionando un poco sobre el este accidente, el cuidado que hemos de  tener, los servicios de socorro y auxilio…. 

Cuando a la mañana siguiente me encamino a celebrar la eucaristía dominical a Molangué, pregunto sobre ellos a Romarick, el motorista. Me informa que sacaron de la cabina al conductor y lo trajeron también en moto al centro de salud de Mbatany que tenía una herida en un brazo pero estaba bien. He de confesar que cuando me acercaba a la cabina pensé lo peor. Por la tarde, de camino a Mbaïki, pasamos de nuevo por el lugar donde todos nos saludaron mientras a golpe de pala, retiraban tierra y barro para comenzar, imagino, con la difícil descarga de un camión invertido y cargado hasta arriba de hilos de hierro para la construcción, camión que formará parte en los próximos meses del paisaje de la zona… Así son las cosas por aquí.  

viernes, 19 de abril de 2024

MARIPOSAS NEGRAS

 Noche de cuartos de final. Aquí el futbol levanta realmente pasión y es buena herramienta para socializar. Camisetas del Barça hay por doquier. Samuel Eto’o es el responsable de hacerles creer que pueden salir de esta miseria y encumbrarse en las elites del mundo. Incluso abundan aquellas que no permitieron utilizar a cuenta de sus implicaciones políticas de independencia. Se ve que algún contenedor de aquellas que debieron ser negocio en casa, lo fueron de otro modo aquí. 

Salgo con Ben por la noche hasta el borde del camino, en el mercado de M’Bata, donde una casa en madera tenía en una pizarra anunciado el partido del Madrid con el Manchester City. Vsionado al módico precio de 100 francos cefa, unos 0,16 €. La aglomeración de público y el calor son más poderosos que el atractivo del encuentro y decidimos regresarnos y seguirlo por radio. Trepidante desarrollo y emocionante desenlace a favor nuestro. Saben que simpatizo con la escuadra merengue, ignoran que es por mi condición castellana nada más, y el día después es día de bromas.

Grandes bandadas de mariposas negras que revolotean de modo frenético formando grandes círculos cuando se posan en el suelo y como un enjambre llenan el espacio cuando remontan sus vuelos de constantes e incesantes movimientos de alas. Mariposas negras que la población respeta porque de ellas saldrán ese preciado producto de sus gusanos, el Makongo que les llevará dentro de unos meses a dejarlo todo para iniciar esa campaña de su recogida y posterior venta. Estamos en el final de estación seca que se resiste a dar paso a la época de lluvias.  Temperaturas elevadas que tienen también agostada  a la población autóctona, nada acostumbrada a tan elevadas temperaturas. 

La llegada de José Carlos de España, trae consigo el que pueda hacerme con su libro “Los barrenderos de Bangui”. José Carlos era misionero comboniano y ahora trabaja en Unicef. El libro recoge relatos breves en clave positiva, de esta humanidad centroafricana. Muchos datos inmersos en una lectura ágil, permiten tener una visión de conjunto de la reciente historia del país y poder entender un poco mejor la razón de su situación actual.  Una lectura que me gusta y me atrapa. 

Decido acercarme a Mokinda para entregar a Henri unas muletas. Le han cortado una pierna a cuenta de una herida que se hizo con el machete y caminar con un palo se le hace imposible. Cuando me ve bajar del coche con su pedido, él sentado debajo de un tejadillo, se pone de un salto en pie y me manifiesta su profunda gratitud. Podrá pasarse por el poblado despacio pero sobrepasar los límites que hasta ahora le había marcado su muy limitada movilidad. Nos encaminamos por el sendero del mausoleo del presidente  David Dacko en busca del catequista Mathias. Un árbol caído corta la carretera, escena habitual para quienes me acompañan que en un momento hacen una oquedad por la que pasa el vehículo sin problemas. El monumento funerario, como todos los que hay por aquí, de dudoso valor estético e incluso hasta de mal gusto. Este recinto acoge a quien fuera el primer presidente de este país, una vez lograda la independencia, sufrió también el ser derrocado por un golpe de estado, la prisión. En su haber tienen haber sido el fundador de varios partidos políticos y haber sido elegido de nuevo presidente para de nuevo ser depuesto por esos caprichos de la historia. Murió en el destierro, en Camerún, pero sería enterrado aquí , su pueblo y su tierra. Una lección de historia en medio de una foresta que amenaza con fagocitar este constructo de cemento conforme los planos del mal gusto..

Y así llegamos al día en el que paso año. Día que se desarrolla con toda normalidad y gracias a Dios con todo sigilo, porque aquí son muy cumplidos, demasiado diría yo, para estos acontecimientos, así que recibo el mejor regalo, el poderlo vivir con tranquilidad y discreción, como siempre lo he intentado hacer. Un cumpleaños vivido lejos, pero cerca, preparando la jornada de formación para aquellos que llevan las frágiles y maltrechas economías de las capillas. Unas sencillas nociones domésticas de ingresos, gastos y saldos, compondrán junto con una lectura de lo que significa esta dimensión, aparentemente tan poco espiritual pero tan necesaria, en la vida de la Iglesia.


lunes, 15 de abril de 2024

HIJOS DE PUTIN

Un reportaje emitido por Documentos TV sobre la presencia rusa en África, no lo podemos ver aquí debido a que tiene restringidos los derechos de difusión en Centroáfrica. Es un triste ejemplo de la libertad de expresión que existe en estas latitudes que se dicen republicanas y democráticas. La presencia de los Wagner es muy contradictoria con fieles defensores y detractores, imaginamos quiénes están en un lado y quiénes en otro, ¿verdad? Intentaré visionarlo de algún modo. 

Esta noche mi corazón está con los de mi querido curso de Teología ’92 que en algún lugar de Salamanca se han dado cita para como en ediciones anteriores, compartir la vida como Jesús, en torno a una mesa llena de fraternidad. No son sólo los comensales, somos muchos los que esta noche brindamos un bocadito en favor de ese vínculo que la teología y la vocación tejió entre nosotros y se mantiene a día de hoy. Es una experiencia preciosa. Me han dicho que Rufo al final, pasó la gorra ente todos para que unas migajitas de esa mesa lleguen hasta aquí en forma de compromiso. De igual manera este viernes mi corazón está en un rincón de Vallecas en una librería donde Gonza hace una presentación de su libro sobre la comunicación entre los animales. Un proyecto acariciado a través de sus ideas compartidas  también conmigo durante mucho tiempo y que como todo en esta vida, tiene su momento y este ha sido el suyo.

El neocolonialismo es económicamente voraz. Rusos y chinos se han hecho los dueños de las fuentes de riqueza del país: las minas de oro y diamantes. Los chinos además, junto con otros países como Emiratos o Turquía, han conseguido concesiones de obra pública (carreteras, puentes, aeropuerto,….) que aún permanecen en ese embrión de quimera porque todo sigue igual. Mucha expectación ha levantado entre la población, los preparativos para tales ejecuciones de obra, pero más allá de ello, nada. Las carreteras internacionales que podrían vertebrar el continente de norte a sur y de oriente a occidente, las llamadas “panafricanas”, siguen siendo promesas políticas de unos y otros, promesas que tardarán aún tiempo, de realizarse en verdad.

El pasado sábado estuve en dos poblaciones, las últimas, con el equipo del catastro elevando los “planos” para el registro de las capillas, en previsión de la carretera y sus expropiaciones.. En Ndongo-Boyoba, el poblado del lío con la familia del donante del terreno que ocupa nuestra capillita de bambú. Nos dimos cita todas las partes y después de plantear yo las bases del trabajo a rectificar, de acuerdo con la  Procuradora de M’Baïki, y los jefes de los kodros, los hijos del difunto donante se cerraron en banda y redujeron la superficie de la donación a la mitad de lo que era, apenas cincuenta metros cuadrados. El asunto comenzó a tomar temperatura especialmente en un grupo de mujeres espectadores que comenzaron con una escandalera a voces. Visto lo cual, di las gracias a la familia y les manifesté que hasta que hiciéramos una capilla nueva en otro lugar, seguiríamos allí cumpliendo la voluntad de su difunto padre. El tema es también religioso. Esta familia pertenece toda ella a la iglesia apostólica, intransigente por demás con los católicos y aquí se ha dejado notar claramente. Al final unas familias del poblado han donado otro terreno que de acuerdo con ellos fue objeto en esta misma jornada del registro y mediciones. Una parcelita de unos cien metros  cuadrados, más cerca del poblado y rodeada de grandes árboles. Se cumple aquello de que “cuando un hombre cierra una puerta, Dios abre dos”.  Buena actitud y respuesta de las autoridades del poblado y de las familias católicas. Somos agentes de paz y buen entendimiento.

Domingo de Eucaristía en Bobúa, muy animada y colorista. Después de comer con ellos, continuamos viaje hasta Bangui donde estos días estamos de papeles a cuenta de nuestras cartas de permanencia en el país. Como siempre, Maison Comboni  nos acoge y allí conocemos a María, una cooperante española, segoviana, recién llegada el viernes y que mañana volará a Bangassou. Allí durante tres meses, ella, enfermera y nutricionista, se dedicará a esas lides en la diócesis en la que está el otro obispo español, Juanjo Aguirre. 

Y así pasan los días, tan diferentes y variados, tan llenos de todo en los que no faltan tampoco noticias de Toro que esponjan el alma con sus restauraciones, obras,  sus gentes, hermanas y amigos. Sor Eva que hace sus votos, Sor Lola que cumple años,…. La vida creo, es un poco esto, un ir y volver con el corazón y la mente para trabajar de forma compartida en aquello que el mismo Dios nos pone delante, a pesar de contar también con los obstáculos  de no pocos hijos de Putin que se empeñan en todo lo contrario.


martes, 9 de abril de 2024

YEKE YEKE

 A días tórridos le suceden algunas lluvias que, al menos refrescan el ambiente. Poco a poco la naturaleza se va preparando para el cambio de estación, aunque todavía queden algunas semanas. Estos pequeños contrapuntos se agradecen porque dan un respiro a unas temperaturas que agostan todo, naturaleza y personas. 

De igual modo, poco a poco, se va terminando la puesta a punto de la Misión en lo que a arreglos se refiere. Ahora los trabajadores están fabricando ladrillos de cemento, con la intención de que en las próximas semanas podamos acometer el cerramiento de la finca por su fachada, hasta ahora cerrada vilmente con retazos de uralitas de metal. Cada día trabajan en ello, sacando de cada saco de cemento unos 27 ladrillos.

También, poco a poco vamos organizando la vida pastoral. Estos días, Odilón e Yves, están presentando en los cuatro sectores, los núcleos temáticos de las catequesis de iniciación y sus itinerarios. De igual modo Mario continúa con la elaboración del censo de la población Aka. Hoy me ha llamado para decirme que estará del otro lado del río, visitando y anotando dos poblados. Un trabajo que está casi ya hecho y que será de ayuda mientras aguanten en los poblados estos “pequeños espíritus del bosque” de condición nómada.

Mario Bosseba, es un hombre entregado a la misión desde sus orígenes. Trabajó con los primeros misioneros, fue protagonista y testigo de la construcción de la misión. La metodología que aprendió de la mano de distintas organizaciones europeas, le ha impreso carácter. Organizado, lo anota todo en una agenda que me pidió y le facilité. Fechas, asuntos, cantidades, nada escapa a su capacidad quedando registrado y resultando siempre de gran ayuda . Es un inestimable buen apoyo para el quehacer pastoral.

Poco a poco voy conociendo el alcance, compromiso diferente y funcionamiento no sólo de las capillas, si no de las fraternidades y movimientos, que en un amplio y rico espectro hay también que orientar, así como la pastoral familiar y de juventud. Deseo darle un ritmo sinodal a la estructura pastoral, pero eficaz. De este modo les he propuesto que un mes tengan consejo de capilla, al mes siguiente tenemos consejos de sector y al siguiente consejo pastoral parroquial. Quiero dinamizar los sectores y que el consejo parroquial sea una representación suficiente de cada uno. De esta forma cada trimestre habría una sesión de cada realidad. Creo es oportuno y operativo. 

Poco a poco iremos celebrando los bautismos y eucaristías de los neocatecúmenos, evitando estar todo el año con ello. Organizarles en definitiva con una buena preparación, tomar conciencia de su nivel y mejorar su celebración. Aquí apenas hay bautismos de niños pequeños.. La mayoría son edad escolar, jóvenes o adultos y se les administra juntamente con la eucaristía..

Paso a paso vamos poniendo en claro las exiguas economías de las capillas y proponiendo un cierto orden en la recogida de datos, colectas, dones, ticket seminario y aportaciones para el culto. Tendremos una mañana de formación con los responsables de cada capilla para enseñarles a consignar los datos en las cuadrículas conforme un esquema básico de entradas, salidas y saldos. Algo muy elemental que aquí resulta un logro grande

Y poco a poco, en definitiva, tomando el pulso a la vida aquí, donde aprendes a ajustar el modo de hacer las cosas, dejando nuestros tiempos para uncirnos al ritmo de este continente que camina, pero más despacio y en el que hay que hacerlo con una alta dosis de paciencia y convencimiento de ello, porque sus caminos, los de África y los africanos, no son nuestros caminos de cuasi inmediatez, celeridad y eficacia. Aquí se aprende, poco a poco, yeke yeke, a caminar de otro modo para que ni la tierra te sea áspera, ni el sol adverso, ni la lluvia enemiga. La contrariedad también es maestra y te enseña acerca de las limitaciones, las propias y las ajenas, las impuestas por la humanidad de las gentes y las propias del entorno natural. La mejor dosis para que la vida discurra es hacerlo todo yeke yeke….. poco a poco. 

viernes, 5 de abril de 2024

DIAS SANTOS

Un camino flanqueado por grandes ramas de palma hincadas a derecha e izquierda son ya el indicador de que el itinerario de ramos discurrirá por aquí. Mañana de sol radiante. Estos días de final de marzo, postrimeros de la estación seca están siendo calurosos por demás, alcanzando lo 39 grados. Recojo el ritual y los ornamentos y me pongo en camino al punto donde hoy iniciará la liturgia. Como a un kilómetro escaso del templo, llego a casa del yaya Emiliano, lugar convenido este año para ese inicio de pasión. Poco a poco el lugar se va colmando de niños, jóvenes y mayores. Puntual comienzo y bendigo los ramos y a quienes los portan y de este modo solemne comienza la procesión alegre, festiva, bulliciosa, como en aquella primera hora de Jesús. La verdad que paso a paso el ambiente es muy evocador por su naturalidad. En la homilía hablo cómo la vida es acompañar a Jesús que nos acompaña. Y qué fácil es acompañar en la bonanza. ¿Estaremos también al pie de la cruz? ¿en el sepulcro?

La hora de comer marca el momento del compartir, en nuestro caso con un equipo de seis cooperantes del JRS (Jésuite Réfugiés Service) que llevan dos semanas realizando en nuestras escuelas un programa sostenido por la diócesis de Colonia. Por la tarde partimos para M´Baiki, puesto que los primeros días de esta semana tenemos jornadas sacerdotales. El lunes consejo presbiteral. El martes encuentro y reflexión con el obispo y el miércoles un breve retiro, confesiones y misa crismal. 

La verdad que son unos días fabulosos para tomar el pulso a la vida sacerdotal y la diócesis y para una puesta a punto. El Obispo, de un modo sencillo, tranquilo, nos ha hablado a cuenta del abandono de Dieubeni, acerca de cómo se descompone una vida consagrada. Cosas muy  fundamentales como la oración, la confianza fraterna, los sacramentos, la vida intelectual, la caridad, … dimensiones a cuidar como expresión de nuestra condición y antídoto cada día para evitar suceda lo que tantas veces ha sucedido ya y nadie está libre de ello. Por la tarde una reflexión serena, abierta, sobre el estado de la diócesis y los retos que se le plantean. Es preocupante que Mbaiki, como la mayoría de las diócesis africanas sea dependiente de la ayuda exterior, en nuestro en casi un 80%.  Al final del día resumo lo vivido como una jornada espejo, donde no hay mentira posible, si no reflejo de la realidad, la de uno mismo y la de todos como porción del pueblo de Dios aquí. El miércoles una breve reflexión hecha por Frank, el secretario de la Nunciatura, incide e indaga en lo mismo.

Frank es un sacerdote de la República Checa al que conocí a cuenta de un percance sufrido con su coche a su regreso de Bambari. Entonces nervioso e inquieto, ahora tranquilo y sereno. Un diplomático que no habla ni lee sango y que espera se cumpla su periodo de estancia y servicio aquí, para hacer curriculum en otro lugar. Confesiones y misa crismal muy festiva con comida fraterna, tras la cual, cada uno a su parroquia.

Jueves santo fue celebrado muy entrañablemente en Bangui-Bouchia, con el lavatorio de pies, al igual que en Bouchia. José Antonio hizo lo propio en M’Bata y Boussimba.  Todas las capillas pudieron recibir la comunión ese día.. Ya la semana anterior había pasado yo por todas confesando.  También visité enfermos, entre ellos Isaïe, un hombre al que se le contaban los años en la piel que como un documento en braille daba cuenta de su diversa osamenta y marcas de un pasado trabajador en la sociedad forestal. Fue dirigente de Legión de maría. Hombre ahora muy limitado y abandonado, acogió la visita, el perdón y la comunión.  Con él convine de buscar a alguien que le ayude cada día a levantarse, limpieza y comida. Lo aceptó de buen agrado. Hoy entró la salvación de nuevo a esa casa. Quizá, pensaba yo, ha estado demasiado tiempo a solas con el Señor. 

Viernes santo vivido en la pequeña capilla de Ngbokia. Apenas 20 personas. Mucha devoción y pobreza. Via crucis preparatorio hecho por el catequista y después ya la liturgia del día. Liturgia de la Palabra, adoración de la cruz (llevé a su capilla mi Cristo de sancti Spiritus) a la que miraban como no he visto hacerlo antes, hundiendo su mirada en tierra, oración universal y comunión. A mi regreso aprovecho para, guiado de la mano de Albertine y Jean Paul, los ministros de los enfermos, visitar a ocho enfermos a los que ofrecí el perdón y la Eucaristía. Para ello, un largo recorrido a pie por diferentes barios de M´bata que se ha alegrado de verme pasar, de acercarme y saludar a todos a pesar de tórrido calor del día.

Sábado santo de silencio y contemplación. Por la mañana de nuevo acompaño a Ngbokia con una lectio divina de Romanos 6,3-11. La tarde cambia el tono con la alegría desbordante de la pascua, se adornan las capillas con papeles de colores a modo de banderines, la noticia lo merece: Kristo a zingo na kwa awe!, un mensaje que jalona un domingo de resurrección lleno de alegría por todas partes.

El lunes, sacerdotes y religiosas de las tres parroquias nos reunimos en Mongoumba para pasar un día de río, de picnic y de fraternidad. En definitiva, unos días santos vividos en esta ocasión por vez primera, lejos de marchas, pasos y procesiones, pero sintiéndome muy unido a Zamora. Hoy su Iglesia se hace presente de nuevo, en medio de ésta.

PD. Cuando escribo esta crónica (04/04/24), Yves me llama por teléfono para decirme que Isaïe nos ha dejado para irse a los brazos del Padre. Doy gracias por aquél momento de gracia que el Señor me puso delante.


lunes, 1 de abril de 2024

SAN PATRICIO

Hoy es el día de San Patricio, y como buen misionero, su jornada viene llena de vivencias muy dispares. En primer lugar el recordatorio que me hace una red social de algo que vivimos tal día como hoy hace siete años. Era domingo y finalizamos entonces la Eucaristía con la llamada bendición irlandesa. Un hermoso texto que allá por el 2011 y en el contexto de la JMJ en Madrid nos enseñó en el desarrollo de un encuentro, un carmelita, que ahora es Superior General de los Carmelitas Descalzos, el P. Miguel Márquez. Un texto bonito que acompañaba con gestos expresivos. El texto que usamos, de él hay muchas versiones, dice así: “Que el camino crezca contigo y que el viento juegue en tu espalda, que el sol ilumine tu cara, que la lluvia caiga suave en tus campos y hasta volverte a ver, que Dios te acoja en el hueco de sus manos”. Un recuerdo muy entrañable para mí de aquél momento y de las ocasiones en los que la repetimos, momentos de envío misionero a Angola en aquellos veranos universitarios, preámbulos del hoy aquí.

Tras la sonrisa agradecida del corazón por este emotivo recuerdo, parto para M´Baiki con dos pretensiones. Encontrarme con la Magistrado y Procuradora y presentar las cuentas de la Parroquia en el Obispado. El primer encuentro viene motivado por las consecuencias de una mala actuación de Marcel Kete en las tareas de registro catastral de la capilla de Ndongo-Boyoba. Era previsible, como en su día ya apunté, que este sistema genere no pocas dificultades, sobre todo cuando el yaya-kota, el responsable de la capilla, tampoco ha gestionado bien el asunto. Al finalizar ayer la Eucaristía y en presencia de toda la comunidad, expresé que la propiedad más importante que podemos tener en un poblado es la buena convivencia y paz entre todos. Algo que aquí se ha enturbiado a propósito de ambos. Era mi intención, les dije, zanjar el problema e ir una pequeña comisión con el Mokonzí (jefe del poblado) a ver a la familia en desacuerdo con el trabajo hecho por ambos. Así lo hicimos y tras acercarnos unos kilómetros hasta su casa, pudimos hablar con los afectados, aclarar posiciones y buscar pacíficamente un acuerdo, cosa que logramos. En presencia de todas las partes, Marcel deberá hacer de nuevo sus mediciones de acuerdo a la realidad y conforme la aprobación de todos. Ello le expresé a Madame Martinelle, que muy gentilmente me ha acogido y valorado el esfuerzo en aras del entendimiento. Respecto al responsable, tendrá que pedir disculpas a la comunidad y al Obispo, al que ha implicado sin necesidad.

No pensé que tuviera que tocar estos palos, de verme indirectamente involucrado en problemas que no he generado, pero en los que me toca mediar. De todo se aprende. El hecho de la planificación de la nueva carretera Congo-Bangui que vertebra nuestra región y atraviesa nuestros poblados, me ha hecho tener que afrontar, quizá todavía desde nuestra mentalidad, estas labores previas. Dudo que el resto de vecinos tengan esta preocupación y previsión, entre otras cosas porque ambas precisan fondos. Dudo también que la carretera sea una realidad durante mi estancia aquí estos años, a pesar de que los Chinos a quienes se les ha otorgado la concesión, ya hayan construido una enorme “ciudad prohibida”, un recinto extenso del que supone será guarnición de maquinaria. Han transformado una colina en las inmediaciones del cuartel de la MINUSCA, en una gran explanada, vallada con madera y ladrillos y flanqueada en sus ángulos por elevadas garitas. Más parece un cuartel que un depósito de máquinas.

En el transcurso de mi estancia en Mbaiki, se inauguró la época de lluvias con una tormenta que se desató, grande en viento y agua. El camino ha reaccionado con los primeros barrizales y aguas de tierra sanguinolenta.  El regreso ha sido lento y al llegar, he celebrado la Eucaristía con las hermanas dominicas, he preparado algunas cosas y aprovechado para video conferencia con Dublin, para saber cómo van las cosas en la familia por allí. Antes de rendirme al sueño, un mensaje de whassap me hace sabedor que acabo de ser por segunda vez, tío abuelo, en esta ocasión en Valencia. Patricia en el día de su santo patrón, ha traído al mundo a una niña preciosa.  

Finalmente hablo con José Antonio, con el que he compartido algún rato en este día en Mbaiki, y con alegría me dice que desde Burgos una persona ha hecho una donación de 15.000€, dinero necesario para poder hacer una capilla, así que iremos proponiendo poco a poco sustituir las capillas de bambú llenas de inconvenientes, por construcciones también sencillas pero dignas. Así que un día de trébol pero no de tres hojas, si no de unas cuántas más. Un día de nuevo para dar gracias a Dios por todo lo que nos ofrece y nos confía. El cuerpo no da para más y me confío al reposo de una noche, que al menos, resulta más fresca que la anterior.

FINI LEGE

Como si de una señal inequívoca se tratase de que el progreso llega a estas tierras, la carretera que comunica M’Baïki con la frontera del C...