lunes, 29 de enero de 2024

HOY ES FUTURO

Hay en M´bata, a la entrada un gran tablero informativo, cargado de logos de muy diversas instituciones, también gubernamentales, que presenta un proyecto de construcción de un área agrícola con depósito incluso de maquinaria. A su alrededor… nada. Pregunto sobre el mismo y me dicen que tras una gran campaña de sensibilización a la población hecha ya al menos hace siete años, pusieron el cartel y así está desde aquella fecha en la que autoridades y responsables de las instituciones vinieron a la inauguración del proyecto con la “plantá” del mencionado tablero. Más de eso en estos años, nadie ha visto nada. 

En M’Baiki, junto al campamento de las fuerzas de la Minusca, se está nivelando, a base del trabajo de grandes máquinas, una gran superficie que dicen albergará la maquinaria china con la que se elaborará la carretera que unirá el Congo con Bangui a través nuestro Grandes proyectos que….”hay que verlos para creerlos”. Yo ya tengo experiencia de este affair en Angola en la carretera Lubango-Luanda, también proyectada por los chinos.

África es el lugar que aguanta todo, también el descaro de estas magnitudes, con la subsiguiente injusticia. Personalmente y convencido de que “obras son amores y no buenas razones”, ceo en lo micro, lo pequeño, lo concreto, lo eficaz, lo realizable, es verdad que todo hecho con una mirada amplia. Y es que esto último, frente a la desconfianza que despiertan en la sociedad, a pesar de estar por medio grandes siglas conocidas, contrasta con todo lo contrario, esto es, cómo lo concreto gana terreno en la credibilidad social precisamente por su capacidad discreta de realización. 

Todo esto para presentar cómo vengo feliz de Bangui tras haber situado en prácticas profesionales a Wapila, a Mamadou, ese chico Aka al que dedicamos un de las primeras entradas de este blog. Hizo soldadura en Don Bosco y actualmente estaba en la misión como demandadero de las hermanas Sentados una tarde sobre los peldaños de la entrada a casa, soñamos juntos sobre su futuro como herrero.  Le busqué unas prácticas en un grande y buen taller en Banghi y ahí está ya realizando su aprendizaje práctico. Es un taller regentado por Abdenur, un musulmán. Hombre serio y de palabra, se ha hecho buen cargo de la tarea que hay que hacer con el muchacho. Están todos contentos. Tres meses y después se establecerá en M’Bata. Será no sólo un logro personal, si no y también para su etnia y su integración social.

Vengo satisfecho por la gestión y las actitudes que he observado. A punto de llegar a M’Baiki un camión de la misión cargado con sacos de cemento, muchos para mí en M’Bata, está parado en la carretera. Es un Mercedes-Benz L322 de 1959. Jacques me dice que le falta combustible. Nos ponemos manos a la obra para el trasvase del mismo y fabrico de una botella de agua un improvisado embudo. Cuando me dispongo a verter por la puertezuela externa, me advierte que es por dentro, por la cabina. El lugar del acompañante está ocupado por un bidón de 50 litros del que unas gomas, a modo brico, comunican con el motor. A su lado, en el suelo una batería. Una vez compartido el gasóleo, desciende, toma consigo la batería, que la conecta a la externa del camión y con un borne hace masa también con el mismo. Levanta el capó y purga el agua que haya podido quedar en el circuito hasta que sale ya gasóleo. Lo cierra conecta baterías, media vuelta a la llave y el contacto produce un ronco y profundo, pero elegante, ruido que indica que el camión está ya arrancado. Un par de acelerones que indican su vetusto, pero aún potencial motriz y, recogiendo todo, reinicia el camino. 

Cuando subo al coche, subo con una sonrisa de cómo funcionan aquí estos dinosaurios de estas rutas, restos resilientes de un pasado que se resiste abandonarles, porque quizá no ha futuro que les supla. Máquinas en verdad, construidas para durar bajo todo tipo de condiciones y carencias. Llegamos felizmente, cansados pero satisfechos. ¿Hay algo mejor que una ducha?...... ¡pues sí!. Al verme me vienen a buscar para dirigir la adoración eucarísitica con los catequistas y sus familias. Poner a sus pies esta jornada es un buen momento para confiarle estos micro proyectos que he llamado: “Hoy es futuro”. Quizá me olvide que también hoy, sobre todo es jueves….

jueves, 25 de enero de 2024

DIOSIDENCIAS

 Entre las pocas cosas que me traje, está el reloj de mi hermano Juan Carlos, que muy generosamente me confiaron mi cuñada y sobrinos. Aquí lo he puesto bastante, pero llevaba unas semanas sin hacerlo a cuenta del calor. Hoy por la mañana, instintivamente me lo he puesto de nuevo en la muñeca. La vida misma te sorprende cuando tras abrir el face, al poco tiempo el gestor de la aplicación me propone actualizar un recuerdo tal día como hoy hace un año. Resulta que ese recuerdo responde la citada entrega. Un guiño de la Providencia, que nosotros claudicando al dictamen de la razón, llamamos muy a menudo casualidades, nos parece más propio, menos comprometedor. Hay ausencias que te acompañan siempre hasta que tú mismo te unas a ellos. La suya en especial.  Pienso en ello y cómo seguro se embarcaría a esta tarea en distintos momentos, aportando solidariamente sus conocimientos y experiencias de aquello que él supo hacer bien: construir.

El caso es que misteriosamente él también forma parte de ese contingente espiritual que me acompaña en la misión. Su reloj “Bultaco” así me lo recuerda segundo a segundo, minuto a minuto. Ayer de igual modo una mamá, Teyko, me enviaba por was un testimonio precioso captado a hurtadillas. Gus, su marido y papá de sus hijos, estaba durmiendo a Naoko e Isao leyéndoles, como cada noche, un fragmento de un libro. En esta ocasión era una entrada de este blog. He de confesaros que me enterneció muy profundamente. Ellos, amigos del alma, me enseñaron que las coincidencias no existen. Lo que existe son las “Diosidencias”, aspirante a neologismo con el que se reconoce que todo, todo es obra misteriosa de Dios, que no forzando la realidad y sus acontecimientos, nos presenta la vida misma para, recordándola, animarnos en el empeño de la buena existencia. Así interpreto hoy el tema del reloj.

En este tiempo ha habido otras. Tales como que mi primera experiencia en misión con hermanas haya sido con Hijas de la Caridad de S. Vicente y Sta Luisa, tan importantes en mi historia y vida sacerdotales. Una preciosa escuelita maternal, un impoluto centro de salud y un difícil centro de educación nutricional infantil, regentados todos por ellas en Safa. Una preciosa y entregada comunidad que hace realidad el evangelio con ese estilo tan característico de servicio y entrega a los más pobres de los pobres. El mundo cada día es mejor, discreta y sencillamente, gracias a ellas. Otra, de igual manera, es que la comunidad apostólica en M´bata esté integrada también por hermanas, y éstas Dominicas, que de algún vago modo me permite sentir aún más cerca de mis hermanas “Dominicas de Toro”. Recordad, también en esta línea, el primer encuentro en Bangui con aquél joven, Mermuz, la ayuda generada para las becas del seminario a partir de distintas personas que despertaron sus ganas de colaborar a partir de las líneas de este blog. Muchas, muchas acciones no programadas y pensadas y suscitadas en el corazón de hombres y mujeres de buena voluntad, como el certamen de relatos breves en Canarias, los juguetes de Salamanca o el arciprestazgo de Sayago y su orientación solidaria del encuentro de villancicos. De ser casualidades, ¿son demasiadas, no? El azar nunca es tan pródigo y generoso.

La misión se compone también de estas pequeñas cosas, que juntas resultan siempre algo muy grande. Diríamos que son un poco como la materia oscura del universo, que se sabe que existe, pero aún no la podemos explicar del todo. Este componente de coincidencias misteriosamente orientadas hacia un mismo fin, las reconocemos pero que no sabemos muy bien explicar, son reales en verdad. Miro mi reloj y es momento de continuar con otro trabajo. Consultar la hora es una manera de hacer presente a Juan Carlos, no digo a cada instante, quizá sería demasiado, si no ahora, en este instante que miro la hora coronada por un nombre mítico que es mucho más que una marca hispana de motos de hace unas décadas. Es un nombre que habla de muchas cosas de toda una generación, la suya y un poco menos la mía.



domingo, 21 de enero de 2024

DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

 Domingo feliz. Hoy he vuelto a la moto para evitar un gran rodeo en kilómetros, con el empleo de tiempo correspondiente. He visitado la capilla que me quedaba por conocer: Boussimba. Una capillita digna y extremadamente limpia, dedicada a un santo africano del que, confieso, no se nada todavía S. José Mukassa. Los niños los protagonistas, que en número enorme parecen haber sentido el latido de que hoy celebramos la infancia diocesana. Me voy dando cuenta de la razón de esta limpieza que llama la atención especialmente en el suelo batido: es una comunidad muy viva. 

Tras la celebración de la eucaristía, paseo breve por el kodoro y visita a Cyprianne, una mamá que está enferma y ha solicitado la comunión. Una casa amplia que de una estancia grande se abren tres puertas (cortinas). Ella tendida sobre una esterilla en el suelo y la familia alrededor. Esta incorporada y sus manos acogen un inconfundible rosario misionero de colores. Espera al Señor en la eucaristía. Me siento a su altura y hablamos un poquito. Ha estado en el médico a cuenta de sus articulaciones que ahora le impiden caminar. Le hablo sobre el sentido cristiano de la enfermedad y percibo que mis palabras son para ella medicina agradecida. Rezamos al final poniendo a María, que afrontó tanto dolor, como mediadora y le doy la comunión, que recibe con gran fervor. Le imparto la bendición y le digo que mi próxima visita a esta capilla, el día de miércoles de ceniza, me gustaría estuviera ya en la iglesia. Al salir un montón de gente espera para saludarme. Me encamino a la iglesia y damos comienzo al consejo pastoral del sector. La parroquia tiene cuatro sectores. Ya he convocado dos: Bouchia y Molangué.

Les propongo escucharles y que me describan sus capillas desde sus fortalezas y también debilidades. Son entre todos como unos 20. En todas ha salido de un modo u otro el tema del edificio o ellugar de la celebración. La preocupación del responsable de Molangue I (S. Antonio de Padua) es que muchos cristianos en este tiempo, se han pasado a otras iglesias por ello. Es como “pasar de Guatemala a…..”, ¡pero bueno!. Le animo a que no se preocupe en demasía por ello, si uno sigue a Jesús en virtud de lo bello o no del templo…… ya es una buena radiografía de cómo es su fe. Le insto a preocuparse por los que se mantienen a pesar de todo y a, cuando tengamos iglesia nueva, poner atención en los retornos. Salen más problemas y escucho y anoto. Al final una palabra de gratitud por su trabajo y les comento algo al respecto de lo que han ido sugiriendo, entre otras destaco mi intención de simplificar el funcionamiento, porque son un poco víctimas de ese exceso de burocracia organizativa para al final no hacer nada. Nos encomendamos a María en nuestro trabajo pastoral actual y por venir. Mientras recojo ellos, ya fuera hablan en corrillos. 

Es el momento en el que acojo a los scouts del sector y completo con ellos el proceso de registro comenzado por todos y que ya va dando sus frutos, grupo a grupo, hoy con ellos. 

En el ratito del compartir después algo de comer, el responsable me dice del éxito de la convocatoria y que están muy contentos. En el transcurso del refrigerio, se acerca uno de los que han participado en el Consejo y me transmite, delante de todos, el sentimiento compartido por todos de gratitud por el Consejo de hoy, (nunca habían celebrado uno), y sobre todo por la confianza, cercanía y ánimos generados. 

De regreso, me encuentro por el camino a los jóvenes de Safa, que con las equipaciones blancas que les facilité, hoy venían a jugar su primer partido contra Molangué. Me alegró verlos también, contentos y organizados por el guardián de la parroquia de allí que, también parece haber despertado él de su letargo de ánimo. Muchas ratos, caída ya la noche estuve sentado de conversación con él. Si al terminar la jornada de domingo ves un precioso partido, como el del Madrid-Barcelona y todavía más si gana el Madrid. Puedo bien decir que es un día feliz, un domingo propio .... del tiempo ordinario. 

miércoles, 17 de enero de 2024

VISITA INESPERADA

 Después de siete meses, era previsible me viniera a visitar. Pensé al venir de Bangui-Bouchia, era consecuencia de los vaivenes y saltos del camino. El caso es que llegué muy cansado, como nunca hasta ahora. Al punto de arrivar al refectorio y caer dormido en profundidad. El lunes presidí aquí la fiesta del bautismo del Señor, que según el calendario galicano es el lunes posterior  al domingo de la epifanía. Los franceses siempre con ese toque de singularidad. El martes el sopor no me permitió ni percibir la campana, que la tengo al lado. Dolor de articulaciones, cansancio generalizado, algo de fiebre… indicadores de que me ha venido a visitar, o al menos a tocar a mi puerta, el palu. Estuve a suero oral y comencé tratamiento tres días de Malarone. Hoy ya me despertado con normalidad en todas dimensiones. Hoy “ya soy persona”, como decía mi padre tras superar algún proceso. Y es que los misioneros somos de la misma pasta  que el resto de mortales.

La verdad que llevamos un ritmo agotador entre capillas, scouts y obras en casa, y también puede ser un golpe de fatiga. En cualquier caso es una llamada de atención a hacer las cosas poco a poco. La verdad que querer aprovechar la estación seca para visitar y conocer está bien, pero quizá haya que hacerlo más suavemente. Estad tranquilos que estoy bien, si no, no lo contaría. Si no, no escribiría..

Peor parte llevó el otro día un mimbro de la coral que resultó herido en la mano, con el machete en esa practica estacional de “feux des brousses”, esto es quemar una superficie de terreno con el deseo de que el fuego haga salir a los roedores y animalillos de la selva. Es increíble que después de apenas dos días del fuego, toda la superficie quemada se cubre de una pelusa verde intenso, evidencia de la feracidad de esta tierra. El caso es que ese corte le ha llevado a un infección generalizada y ya lleva dos días, bajo tierra. Como pasaba en Angola, recurren antes a otros medios que a los sanitarios y así nos va, sobre todo con los medios tan limitados que hay aquí. Cuando yo vi, llevaba quince días con el brazo envuelto en una tela auténtica de Palomino, todo el brazo infectado y unos dolores grandes.

Como estamos hablando del capítulo de salud, el otro día en Bobua me percaté de una niña como de 4-5 años con los pies zambos y caminando con dificultad sobre sus tobillos. Intentaré tomar unas fotos y solicitar a algún Hospital Español, pueda ser intervenida y corregido su mal. No me imagino aquí el futuro que le espera de seguir así. Imagino sea un proceso  largo y tedioso, aquí les encanta poner trabas burocráticas y peros, tienen muy controladas las salidas del país, porque por lo general quien sale, no vuelve, así es esta maravilla de república de espectro marxista con esa trinidad política heredada de los franceses y expresada en unidad, dignidad y trabajo.. Cuando tienes experiencia con la maquinaria el estado te das cuenta de la inoperancia mas escandalosa y la corrupción establecida como parte de todo el aparataje. Desde el policía que decide multarte, pero siempre llegar a un acuerdo, al pago de tasas oficiales que también tienen su rebaja. 

Lo importante es no caer en el error de ver en ello un tratamiento de favor al misionero. Aquí todos los blancos somos sinónimo de dinero. Consecuencias ambas de pasado colonial un tanto “sui generis” y de una omnipresencia de ONG´s e instituciones internacionales que garantizan una ayuda exterior,  marcada también por el engrosamiento de sus programas, olvidándose de lo más elemental y genuino. Aquí todo es un poco así y todo funciona de aquella manera, teniendo como preámbulo de la acción esta premisa que hay que superar. La Iglesia no contamos con otro privilegio que el ser reconocidos por estar con los  últimos. Empecé a hablar de un mal y he acabado hablando del auténtico rostro del mal, mal endémico, una enfermedad que no erradica medicamento alguno, si no con el cambio de mentalidades, algo más difícil de tratar, cuando por medio anda el dinero. 


sábado, 13 de enero de 2024

NZONI FINI NGU

Aquí celebran mucho el paso del año, nada que ver con lo que celebramos nosotros en casa. Aquí tal noche como la de hoy se celebra en la Iglesia y en familia Como en Navidad, hubo un tiempo previo de oración, esta vez fue adoración. El escenario igual, lleno hasta la bandera dentro y fuera. He de reconocer que el cansancio del día me pudo al punto que acabado este tiempo, me retiré a descansar, dado que la empezaré el año en una capilla dedicada a santa María Madre de Dios, un tanto distante y aquí los viajes… ya sabéis, desarman al más pintado. Pero volviendo a la noche de año, como siempre ruido de tambores por doquier invadiendo todo de una atmósfera festiva. Tras el madrugón, salgo en “la Villota” y como siempre recogiendo alguien por el camino al que atemperar su marcha. Unos kilómetros antes del poblado el coche atraviesa una zona aún de barro abundante y fresco. La verdad que el 4X4 se nota, aunque no hay que confiarse en demasía, aquí la naturaleza tiene una vitalidad y una fuerza  sorprendentes.



Cuando llego, todos están esperando fuera y dentro. Celebramos con entusiasmo y  el ofertorio es muy, muy generoso en lo que son las capacidades de estas gentes, ya sabéis, bananas, plátanos, piñas, mandioca, cinco pollos, dos gallos y un cabrito. La elección de la doble cabina de la pick-up ha sido también un acierto para poder acometer estas tareas. Le confío los animales al catequista porque yo me encamino a Bangui. Todos los productos los llevaré al Seminario, que comienzan mañana las clases. A la entrada de la ciudad en el lugar conocido como PK9, me paran las fuerzas militares de la RCA para un control rutinario. Veo que hay también Wagner, inconfundibles porque van con el rostro cubierto por un pañuelo o una braga. Accedo a ello y de repente se abren las puertas del vehículo y éstos comienzan como si de un expolio se tratara a abrir la guantera y tirar la documentación, mover los asientos….. ante tal atropello lanzo un grito: Attention!!! Attention!!!! Que los deja paralizados, oigo a uno de las FACA decir “Église Catholique” y dando un portazo me indican puedo seguir, dando por terminado “su control”. Me ha indignado la acción y la actitud y como tal se lo transmito al oficial que no me presta mucho caso porque ya tienen otro vehículo detenido detrás de mí, al que intimar con sus modos.

Mi llegada a Bangui en este momento está marcada por ese estado de ánimo de indignación y enfado. Una vez depositado el generoso ofertorio en el Seminario, me dirijo a la maison comboni donde residiré estos días, como siempre que estoy en la capital, en esta ocasión a recoger en el cargo del aeropuerto, la antena de telecomunicaciones via satélite que vamos a instalar en la misión para mejorar y suplir las carencias de la señal del lugar. Lo haremos a través del satélite Konnect que cubre ampliamente esta región. Ya tengo ganas, porque en Mbata es tan débil la señal que una conversación telefónica se corta varias veces y el wahtssap sólo permite el modo escrito.

Aquí nada es sencillo, todo tiene siempre sus inconvenientes, sus imprevistos que te sacan un poco de quicio, acostumbrado a nuestro modo de vivir y de hacer las cosas. Pero esto es África, ya lo sabíamos al venir, pero nos resistimos a claudicar de lo bien hecho. Es verdad que programar está sujeto en estas latitudes a numerosas variables de diverso tipo que condicionan el resultado final y los tiempos. Una de las personas de confianza de la misión, que está trabajando en la mejora de sus instalaciones e infraestructura es Olivier. Me llamó la atención de él cuando lo conocí, que para todo utilizaba el metro. Aquí eso es indicador de una personalidad que merece la pena y de una profesionalidad alejada de la chapuza. Creo va a ser el hombre de confianza de la misión, el de mantenimiento. Le haremos contrato y que pueda prestar sus servicios aquí, que trabajo no le va a faltar. ¡Y de esta manera comenzamos el año! Un año en el que traerá la incorporación de José Antonio, al trabajo pastoral. Ya tengo ganas de que vayamos tomando cuerpo como equipo, ahondar en el sango y la vida comunitaria. Mientras tanto, me esperan en estos meses de estación seca un apretado programa de formación con los scouts. Como dicen aquí….. yeke, yeke! (poco a poco)


miércoles, 10 de enero de 2024

NÖEL

Han sido días de muchas novedades y experiencias. La primera es que aquí no hay cena de Navidad en familia. Imagino que porque cono no hay cena normalmente, tampoco este día tan señalado. Como me he resistido a no celebrarla, en un momento me puse manos a la obra y unos sencillos canapés de huevo y bonito, hicieron un magnífico entrante al que siguieron un pollo a la cerveza para culminar con unas generosas rodajas de piña del lugar, rica, suave y dulce como pocas. Una vez realizado el convite, que fue precedido por una oración recapitulativa del año, nos dirigimos a la iglesia. La pradera estaba a rebosar de jóvenes que sentados en la hierba y en torno a algunos fuegos, cantaban y bailaban. Aquí ambas cosas van de la mano y si además hay un tambor… tenemos ya la fiesta asegurada para horas. 

El templo a rebosar, marcado por un clima de oración con el rezo del rosario por la paz. Después los scouts representaron una serie de piezas cómicas que arrancaron la carcajada de todos e hicieron que ese tiempo fuera compartido de ese modo tan jovial. A las 22:00 dio comienzo la Eucaristía de “media noche”, la del Gallo ¡vamos!, que nos tuvo hasta las 03:00 de la madrugada de un modo festivo, alegre y participativo. Yo al final, roto por el cansancio y el sueño, opté por el lecho que me acogió con mucha paz, tanta que al punto no me enteré del bullicio, cantos, ritmos y tantanes.

La mañana de Navidad comenzó con laudes a las 06:.00 para después del desayuno salir enseguida a las capillas más alejadas que son Yale y Bobua. Camino difícil y después de hora y media allí estábamos a celebrar Navidad. La capilla vibraba de alegría, son los más pobres de todos y ese día tenían lo que nadie: celebración. El gozo era tan grande que ya antes, un kilómetro o así, salieron a recibirnos, con ramas y flores que agitaban al ritmo de sus cantos. Una entrada preciosa enfilando el sendero  hacia una pobre capilla de ramas donde el alboroto por la llegada de tan esperada visita les hacía estar alegres sobremanera. 

Bobua, sencilla también, al menos tenia levantada una elemental capilla con ladrillos. Me han parecido dos comunidades preciosas, sobre todo Yale.

El viaje de regreso os lo podéis imaginar, lo de menos eran los generosos ofertorios, lo de más eran los comentarios que sobre ellos traíamos en la cabina del coche, acerca de la calidad humana y la personalidad espiritual de estas comunidades y sus responsables. Basta asomarse a una comunidad para darse cuenta de qué tipo de personas están al frente. En este caso, personas que comparten y acompañan una fe en espera de que el sacerdote pueda acercarles los sacramentos. Ni que decir tiene que hoy hemos puesto a prueba “la Villota” que nos ha llevado y traído por senderos inclinados, rodaduras aun tiernas  y hoyos infames. Ya he comentado antes en algún lugar, creo, que no se que impone más si el bache lleno de aguas rojizas encerrando el misterio de su hondura o ser consciente de ella cuando se presenta en la época seca, desnudo. Ambos son un mismo reto en épocas diferentes, que requieren la pericia siempre del conductor, sea éste avezado o advenedizo.

De este modo he vivido este año la Navidad, centrado en lo fundamental y dedicado a los pastores de hoy en este Belén, en el que no falta Herodes tampoco, con sus mil rostros del mal.  He querido dejar para el final el tema de la matanza en un poblado de más de treinta personas y niños a manos de grupos violentos islámicos. El motivo, el único que causa todo mal, la avaricia de quienes son capaces de pensar que aquellos que son maltratados y vigilados al exceso para que al arañar la riqueza, una brizna de ésta no quede entre sus uñas… Eso vale una vida humana, dos, tres, hasta treinta y cuatro Niños acribillados en las espaldas de sus mamás y sólo uno superviviente cuyo grito y llanto desgarrados, alertan del alcance y proporciones del atropello que no respeta la inocencia ni lo más santo. Los santos inocentes ya tienen impronta en mi retina del alma y desde luego, me quedo con la Navidad de verdad, la de Dios, y no la de estos reyezuelos de cansina fiesta y hartazgo de riquezas. Encomendados todos y cada uno, miramos al cielo porque la tierra no se si está preparada a hacerle un hueco al Dios niño, con nosotros. Los villancicos nunca van a ritmo de las metralletas.



viernes, 5 de enero de 2024

"LA VILLOTA"

Así dijimos llamarla José Antonio y yo, a la Land Cruiser que este año nos han dejado los reyes. Los reyes que sois muchos, quienes desde hace tres meses habéis visto la estrella y la habéis seguido, haciendo posible con vuestras donaciones y aportaciones que sea ya una realidad para nuestro equipo misionero. Gracias, gracias de veras. A menudo pensamos que el dinero es un problema para llevar a cabo proyectos. Este caso no ha sido así, a pesar de su alto precio, unos 47.328,24€ que ha costado aquí, ha sido posible pagarla sin problema alguno con lo recaudado en estos meses, por amigos, particulares, asociaciones, scouts y fundaciones. Ardua tarea ha sido lidiar con diversas entidades aquí en el país para que al final, permisos y papeles todo en regla, la pusieran a circular. 

La “Villota”, en honor a Don Gerardo de Villota, quien iniciara este sueño de sacerdotes diocesanos en misión, lo que es el IEME. Una todocaminos que nos ayudará a librar obstáculos y recorrer estas difíciles rutas en tierra y agua, haciendo posible que el Evangelio de Jesús y la Iglesia se hagan presentes en medio de tanas gentes y poblados.

Los reyes han sido generosos, haciendo posible también el suscitar ese espíritu misionero en tantos corazones que nos han solicitado pensáramos en algún proyecto que poder asumir con su concurso Y así han sido posibles el apoyo al Centro de educación nutricional que las Hijas de Caridad tienen en Safa y que pasa por dificultades. La Encomienda Magistral Templaria ha colaborado con 1500€. Y también en Safa poder pensar en la posibilidad de construir un comedor en el internado gracias al esfuerzo de la Parroquia de santa Isabel de Hungría de Las Palmas, quienes han asumido el proyecto y ya han enviado los primeros 2400€. Lo mismo podríamos decir del bueno de Juanjo, sus parroquias y el arciprestazgo de Sayago que han puesto todo el esfuerzo en que sus villancicos ayuden a llenar el morral de quienes van al encuentro de Jesús a ofrecerle lo que son y tienen. Todos los esfuerzos, todos hacen posible que los proyectos se realicen.  Y no sólo eso, si no también los 1000€ enviados también para hacer posible 5 becas anuales de seminario, y ello generado por la atenta lectura de espíritu comprometido de este sencillo blog. 

De igual manera el apoyo para la compra de juguetes, aquí ya. Muñecas sencillas de toda la vida, coches y camiones de siempre, nada sofisticados y el universal balón de éxito asegurado. No ha importado que algunos ya se dieran con el rodaje hecho, aquí lo que cuenta es que se han acordado de ellos, de cada uno de estos pequeños, de los poblados más pobres de entre los pobres. ¿Y qué decir del obrador de clausura que rompe sus muros con aroma a canela, vainilla, mantequilla, almendra o coco para hacer que ese gusto agrade más al alma sabiendo que se colabora con la misión?  El arrullo en esta clave del hojaldre o cabello de ángel hace que en verdad se perciban las mil hojas de la vida y la rubicundez de quienes nos acompañan en misterio, nos cuidan y hacen posible el milagro. Nunca el dulce secular del claustro soñó con ir tan lejos al recaudar 2000€ y ayudar a la etnia más antigua de nuestra humanidad: los pigmeos. 

Los reyes no han sido solidarios, han sido como siempre lo son ellos, muy inteligentes, prácticos y fraternos.  La Villota ya surca estas sendas, tocando el claxon, recibiendo los saludos de quienes por los caminos al pasar ya la identifican y sobre todo ayudando en el ir y venir de un lado a otro a que no pocos viandantes se vean consolados en su caminar al ser recogidos y transportados, como es habitual aquí en África para quienes no somos organismos oficiales… De igual manera, y sobre todo, es un alivio poder contar con un vehículo con el que hacerte presente como mensajero de Dios, portador de su Palabra y sacramentos.

Los reyes han hecho posible que la condición de misionero cale en no pocos corazones y vidas y les mueva a hacer un gesto grande que nosotros aquí, sólo acercamos y de este modo los niños más pobres tengan un sencillo juguete que les haga sonreír en su ilusión, les ayude en su crecimiento saludable, eduque a sus papás a serlo de verdad. Que Mamadou, joven aka de la formación profesional, haga sus prácticas de soldador y pueda a su regreso tener un equipo con el que trabajar, ganarse la vida y ser estímulo de realización personal para los jóvenes de su misma etnia, condenados por la tradición de los suyos a permanecer en el pasado y dentro de la selva. Tantos y tantos regalos que los reyes han traído en estas mágicas noches de caravanas misioneras y que hacen posible que podamos regresar por otros caminos al encuentro de esa humanidad transida de Dios.

Todo esto formaba parte, seguro, del sueño de Don Gerardo, aquél cura español en el que Dios se fijó para que entendiéramos que el ministerio ordenado es para toda la Iglesia, esto es, para el mundo. Quizá esto, sea también un regalo de navidad y aún no nos hemos dado cuenta de ello. Sigamos a la estrella, que siempre nos conduce, a pesar de tantos Herodes, hasta Jesús. Gracias por estar en camino, gracias por hacerlo posible.



martes, 2 de enero de 2024

EL PUENTE

Cuando a últimos de abril concluía el camino que inicié en Loyola, solo y a pie como Íñigo, y cruzaba en Manresa el puente medieval sobre el río Cardenet, aquel paso fue un gesto cuasi sacramental. Significaba lo que representaba, un dejar atrás muchas vivencias y experiencias, y empezar a pisar otra orilla, a estrenar caminos de encuentro. Aquellos días en la cueva experimenté en medio de la soledad, la compañía de Quien sostiene y es principio y fundamento de todo. Me abría entonces con aquel paso, a la misión.


Concluye el año y comienza el nuevo, momento de hacer recuento del pasado y soñar cómo se podría dibujar el futuro. Medio año ya en República Centroafricana y me parece que vine ayer mismo. Acercamiento a la realidad y misión en su estado mostrenco ya, sin idealizaciones ni romanticismos. Una sociedad pobre en todos los aspectos cuya pobreza salpica también a la propia condición humana. Pobrezas de expectativas, de planteamientos, de miras. Pobrezas en las personas que les hacen ser como son y ni siquiera anhelar poder ser de otro modo. Medio año en el que la incursión en la población ha sido también en su lengua y el medio natural de sus vidas. En medio de todo ello, pequeños destellos de civilización representados en la compra de la tapadera de un inodoro o el tesoro de una cafetera de esas llamadas “italianas” que endulzan la vida con el aroma primero y el sabor después, de un buen café. El día a día supone una lucha interna de cálculo secreto del costo de la vida a propósito del abismo que nos separa entre sus francos cefa y nuestros euros.  

Meses de recorrido físico, acariciando la tierra en sus caminos y poblados, acercándome a mayores, jóvenes y niños, enfermos y sanos. Tiempo en el que las responsabilidades germinan, primero con jóvenes scouts, maestros en formación y parroquia al final. Es ahora donde se pasa de espectador a protagonista en la trama de la vida en estas coordenadas, y comienza el itinerario iniciático por capillas y poblados permitiendo que todos tomen posesión de tu vida en virtud del ministerio recibido. Con ello también se inicia una peculiar relación con la vida consagrada y el presbiterio diocesano. Eres el misionero que ha venido de lejos para hacer tuyo lo que no te pertenece, porque más bien son ellos los que te hacen suyo al pertenecerles.


En medio de todo ello hay quien se acuerda y hace lo imposible por hacerte una entrevista, visual, radiada o escrita y eres causa inmerecida de admiración. De igual modo este tiempo hace que te olvide quien no debiera hacerlo, y con  sublimes pensamientos mantiene vivo el orgullo por un gesto y una entrega de tu persona. Por lo mismo la sorpresa te cautiva al saberte con palabras y gestos concretos, que no estás solo y que contigo están muchas, muchas personas que han despertado a la misión por tus pasos e inquietud y que nunca hubieras pensado estarían tan contigo como tú mismo. La emoción de esta evidencia te hace vivir agradecido.

El futuro está por escribir, el futuro es el tiempo que le pertenece a Él y ante ello sólo hay una actitud posible, la de manifestarse disponible, capaz de acoger  lo que se te confía. Me doy cuenta que no ha sido errada decisión, que como tal te ha ido tallando en tu persona y con los que de verdad forman parte de tu vida, los que me he traído y han querido venir conmigo de tantos modos y con los que me he encontrado también de otros tantos. Todos forman parte ya de tu vida y este tiempo, estos años te irán conformando al punto de poderles dar lo mejor y recibir de ellos también, lo más esmerado de sus existencias. Es todo un reto en el que la poquedad de tu vida no puede darse si no va unida al perdón y a esa gran capacidad que hemos de tener todos de aprender cada día y a cada instante. Sólo quien es capaz de atisbar un poco todo ello, comprende la grandeza de la misión.  


Un día salí de Loyola, crucé el Cardenet, llegué a Manresa, pero hoy me miro y sigo haciendo camino.


FINI LEGE

Como si de una señal inequívoca se tratase de que el progreso llega a estas tierras, la carretera que comunica M’Baïki con la frontera del C...