martes, 24 de junio de 2025

CORPUS

Fue Corpus de hace dos años, un 11 de Junio cuando puse los pies en este pais. De nuevo y sin pretenderlo ha sido también en dia de Corpus dos años después, hoy 22 de Junio cuando salgo de él. Hay una diferencia. Entonces celebré la Eucaristía sólo acompañado por el obispo, hoy ha recrecido la comunidad formada por amigos, fieles de Mbata, jóvenes scouts y militares españoles de la EUTM. Representación de lo que ha sido mi ministerio en este breve tiempo aquí. Lo dejo con el corazón lleno de rostros y vivencias, repleto de personas que forman ya parte de mí para siempre de un modo u otro. A muchos, seguro no veré ya más. Con algunos, quizás coincidiremos de nuevo, por eso de los caprichos de la vida. Con unos pocos, seguro, seguiremos viéndonos con alguna frecuencia. No podré olvidar nunca los esfuerzos hechos en estas últimas jornadas por Belfort, Maxim, Romarick, Mario, Didier, Tyzo, Yaya, Taffon,....y el pobre Kevin que se hizo kilómetros en moto sólo para darme un abrazo antes de entrar en la puerta sin retorno del aeropuerto. Son conscientes de que vivimos mundos diferentes y están agradecidos de que, aunque sólo haya sido por un tiempo, hayamos cruzado las fronteras de la desigualdad sobre todo y hayamos compartido una misma vida, los que la tenemos de modo muy diferente. Supervivencia para unos, oportunidades para otros, pero una misma vida. Así de injusto es este mundo lleno de fronteras y barreras artificiales que han logrado pasar de la imaginación a determinar la triste realidad de hacer de un mismo mundo un espacio separado y distinto, según dónde hayas nacido. Un año y medio lleno de experiencias preciosas, de retos, de interrogantes sin pregunta, sí de contradicciones quiero decir, de rebeldía e impotencia pero sobre todo de auténtica humanidad.


De todo ello me quedo con las visitas a las capillas y allí el acercarme a las casas del poblado, católicos y no católicos por igual. Visitando enfermos y recibiendo de ellos la caricia de una apenas mirada de gratitud y sorpresa, que en algún caso sería el mejor regalo antes de su muerte. Ilusiones de jóvenes, como Romeo, joven catequista en Dongo-Boyoba, quien deseaba fuera yo quien lo casara a él que ya había hecho sus deberes antes de ello y quería ponerse a bien con Dios y en Iglesia. Cómo corría, estuviera donde estuviera, cuando escuchaba el motor de la Toyota y salía a mi encuentro en la carretera. Venía agitando su gorra o su camiseta para hacerse ver y que me detuviera, aunque fuera sólo un instante y estrecharme su mano. Tras él, siempre un grupo de jóvenes y niños que siempre me sacaban algo para si beneficio. Un caramelo, una bolsa de algo que compartir. No sabían que sus sonrisas eran para mí el mejor don y que no podré olvidar aquel día de lluvia en mis primerizas que un palo infame en los bajos del coche hizo que la música y ritmos habituales del motor se tornaran ruido de avería. Ellos al punto, debajo del coche, rebozados de barro ni me dejaron salir y resolvieron el problema. Apenas yo me moje fruto de mi ventanilla bajada. Me parecía que aquella incesante y fina agua que a ellos limpiaba de tierra, a mí por el contrario me manchaba... Mo yeke bwa ti é! Tú eres nuestro Padre, me decían. Todo me parecía apenas nada para compensarles ese sentimiento. 

Fueron capaces incluso, de buscar y donar un terreno diferente para la iglesia, cuando por diversas circunstancias la antigua capilla de Ste. Anne, hecha de ramas, no tendría viabilidad futura. La alegría de la comunidad de St. Martin de Porres en Bobúa. La organización de St. Rafael en Bokanga. La acogida cordial siempre y el compromiso de Ste. Marie mère de Dieu en Bangui-Bouchia. La pobreza extrema de Ngbokia. Senga y Bouchia con ese sueño de rehabilitar la que fue la primera capilla construíia en 1927. Mokinda y esa particular vitalidad en la pequeñez pero la autenticidad de las comunidades de Wamba. Escenarios y personas a los que me he acercado de la mano de Mario, de Yves, de Mathïas. Vidas que han entrado de lleno en el corazón y ya nada ni nadie las arrebatrá. Y ya en casa, Nadget, Audret, Frank y Olivier. Con elos he aprendido a ser patrón y a equilibrar  trabajo y justicia con la generosidad. Yaya Emiliano, soeur Julienne y mamá Beatrice,.... nombres, personas, experiencias, vida compartida, inolvidable.

José Antonio, Romeck Juan, Manuela, Gabriel, Gladimiro, Everaldo, hermanos entrañables en IEME, Fidei donum, San Vicente de Paul y Maison Comboni. Ya en Bangui Maria y Blaise por un lado, Alma, Javier, Mª José de MINUSCA,  el coronel Cervantes, Ignacio, Marcos, José Luis y resto de compañeros de la EUTM RCA por otro. Decíamos en la Eucaristía de este domingo, que Dios es sobre todo encuentro. Se ha encontrado por amor con nosotros en Jesús y nos llama a encontrarnos como hermanos los unos con los otros. No sabemos ni cómo, ni cuándo, ni con quien, pero es un gran regalo reconocer esta acción divina que se torna siempre fiesta con apenas nada que es en realidad todo: un poco de pan y un poco de vino. El dónde si lo sabemos, aquí y ahora, donde late nuestro corazón, allí está este nuestro tesoro. Sacramento de vida, signo de amor y de una presencia siempre significante y comprometida, transformadora de humanidad, bien en programas de formación, en proyectos o en evangelio, pero todos estamos llamados a vivir este encuentro saludable y lleno de vida. De Corpus a Corpus, a pesar de noche oscura también, no puedo si no dar las gracias por tanto recibido desde aquí y en distancia de familia y multitud de amigos. Ahora toca descansar un poco, que no olvidar, al contrario, buen momento para colocar de nuevo todo en el lugar que le corresponde. Para mí la canción del verano será "Singuila mingi!" un tema interpretado por todos y cada uno de los aquí citados, sostenidos por un coro ingente de quienes hacen que el Corpus no sea sólo un día de fiesta cuanto un estilo de vida cotidiano. Este tema y estas vidas compartidas se pueden cantar como un himno semejante al Pange lingua.



jueves, 19 de junio de 2025

EL BALÓN DE ESPAÑA

Se produjo el relevo hace poco más de un mes. Los he conocido el día en el que con motivo de la visita del embajador, nos reunimos una gran parte de la escasa colonia española. Militares que reemplazan a los que antes que ellos han formado la EUTM y quienes, a su vez serán relevados dentro de medio año. Personas entregadas al servicio de la formación en materia de defensa. Misiones de la Unión Europea que despliega en zonas conflictivas y que están en vias de normalización. Con sus acciones contribuyen a la estabilidad y a la mejora en seguridad, creo que "grosso modo" es esta su labor. Pero los traigo aquí y dedico grandemente en esta ocasión por que intuyo algo diferente en ellos. De entrada se están iniciando en el Sango y ello es un valor añadido a sus cualidades y tareas. Manifiesta este esfuerzo, un deseo sincero de que su paso por aquí no se circunscriba sólo a lo que está dentro de sus programas. Hay un componente actitudinal, vital, no escrito en papel, que les lleva a empatizar o hacer suya de algún modo esta ya complicada de por sí, sociedad. Entrar, aunque sea de puntillas con su lengua, es indicador de un espíritu humano grande y noble. Esta grandeza de corazón les ha animado a acercarse a una realidad deprimida  en un rincón de la ciudad de Bangui. Sabia decisión en tanto que este contexto formará parte de sus vidas y profesiones por un tiempo. 

Hemos tenido la suerte, Gabriel y yo, de ser sus cicerones y ser testigos privilegiados de este deseo de conocer para mejor ayudar. Así dos vehículos se han adentrado esta tarde, serpenteando las bulliciosas profundidades humanas, en la realidad de esta ciudad. Lo han hecho con la comunidad de Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl que presentes en las periferias de esta destartalada marea humana que llaman capital, conviven con la pobreza ofreciendo la riqueza de su testimonio, presencia y compromiso. En la escuela, la parroquia, la cárcel. Pedazos de apenas unos panes y unos pocos peces de bondad que repartidos con amor, respeto y delicadeza obran el milagro de considerar la dignidad de las personas, especialmente las más castigadas por la enfermedad, el olvido, el rechazo, el analfabetismo, el abuso. Estas realidades han sido el objeto de la presentación que las hermanas les han hecho esta tarde, cuando todos estábamos en torno a una mesa de amistad compartida.

Más allá de protocolos y normas que hay que observar por supuesto, han sabido salir y ofrecer, ofrecerse para que algunas de estas tareas puedan si cabe, realizarse con mayor holgura. Han podido palpar las calles horadadas y repletas de agua, barro, basura. Recoger las miradas perdidas de quienes han sido conscientes de su paso, aunque haya sido evanescente y fugaz. Han ido con su vehículo más lentos que yo con el mío, como si quisieran no perder detalle de lo que esta tarde se les ofrecía. Puede que incluso crean que no han hecho nada de extraordinario. ¿Acercarse no lo es? Salir de sí y hacerse otro es la recompensa de los valientes, de los que no se conforman sólo con lo que está escrito, de los curiosos que buscan el qué de las realidades para que les motive acerca del cómo poder ayudar a paliar, a transformar estas parcelas de humanidad herida, dolida, pobre. Un campo de fútbol marcado con serrín, unos niños que saludan, unas viviendas desvencijadas y fruto del maridaje de chapas y maderas sin concierto alguno, sin consistencia... todo nos habla de esta sociedad, estas gentes, este mundo que tristemente parece se ha acostumbrado, peor, se ha resignado a vivir de este modo. Y aquí tienes a unas mujeres empeñadas en poner, en nombre de Dios, en un descosido rincón humano, un poco de esperanza en medio de tanta miseria, inquietas por que otro mundo pueda ser posible, quizá poco a poco, pero ellas constantes en su determinación. Esta lección nos enseña que la paciencia todo lo alcanza, pero ¡qué duro es aprender a ser paciente, a soñar con el propio ejemplo, a respetar, a estar y no sólo hacer!

Esta tarde de jueves de corpus Christi, ha sido tarde de gozo, de encuentros, entre lo escrito y la vida, entre el papel y la piel, entre el programa y la persona, entre el despacho y el barrio, entre la voluntad y la decisión, entre el mirar y el guardar silencio, entre el ser y el hacer. Estimo que esta es una característica de nuestro espíritu hispano, íbero y que nos permite reconocernos no sólo como agentes de algo que nos viene dado, cuanto protagonistas de lo que está por venir  y es fruto de la inquietud y generosidad de nuestro corazón y que sólo será posible si nos ponemos en actitud de ello. Esto destaco de estos hombres que en el desempeño de sus tareas, parecen urgidos a algo más y ese plus es lo que da sentido a lo vivido esta tarde.

Un balón con los colores de la enseña nacional y nuestro escudo constitucional, puso el punto final.  Bueno, no sé si es de verdad el final o el principio, el saque inicial de un partido que está aún por jugar. Deseo a este grupo de compatriotas el mejor de los resultados en aquello que realicen durante este tiempo aquí. Banquillo no les falta y además del bueno. Nuestra gratitud como misioneros por este gesto y detalle de acercarse a nuestras vidas y estos nobles deseos de ayudar. Nuestra admiración de igual modo hacia todos y cada uno de ellos por su, en definitiva, misión también. 

sábado, 14 de junio de 2025

DE FLANDES AL CIELO, VIA ÁFRICA

Llegamos casi a la par, con unas semana de diferencia. Yo vine primero, precisamente ahora hace dos años. Dos años me sacaba él en edad. Neerlandés, no podía negar su identidad con su altura, su tez pálida, ojos azules y cabellos rubios. Venía de la mano de un programa misionero para laicos,- Week voor de Nederlandse Missionaris (WNM) - Combonien Laien Missionare-, urdido en su país con no pocas dificultades y después de diversas negativas en Francia. Ello fue objeto de algunos diálogos entre ambos, porque yo en mi estancia previa en Paris con Missions Etrangères (MEP), tuve el desagradable encuentro con el obispo encargado de misiones de la francofonía africana y ya entonces me anticipó que con RCA no había ayuda que esperar porque era un país "en rojo". Una vergüenza  que también y sobre todo en su Iglesia madre piensen así de esta tierra. Misma expresión manejó Erik a propósito de su proyecto y los dificultades que hubo de sortear para hacerlo realidad. Le llamó siempre la atención cómo hablando de su pais, yo pronuncié "Gröningen", me sonrío al recordarlo. Puso sus ojos en grande y exclamó: ¡lo dices como nosotros! Yo jugaba con ventaja por el alemán y mis entrañables amigos de esa universidad neerlandesa. Mucho nos reíamos a propósito de los Tercios de Flandes y la "anti hispana " ciudad de Leiden. En fin, recuerdos de los inicios de nuestro trato. 

Casado con Godelieve, formaban una familia junto con Boaz (13), Shifra (10) y la pequeña Hadassa (6).  Estaba aquí a temporadas. Su tarea era coordinar la Escuela de Catequistas que durante cuatro meses concitaba en torno a la formación a los /las catequistas y sus familias en un número aproximado de 40. Biblia, teología, pastoral, liturgia, eran los núcleos que estructuraban durante ese tiempo en sus largas jornadas de pupitre, seis días a la semana, sábados incluidos.

Sango no usaba, se dirigía a todos en francés y siempre con un papel por medio, al mejor estilo colonial. Exigente y serio con los contenidos docentes, le veías ir y venir de un lado a otro, con la prisa propia de quien pone el énfasis sobre todo en el deber, en ello le debieron educar y era buen apóstol de este principio. Estuvo también en M'bata con los catequistas del Decanato, presentándoles los tres catecismos nacionales para la iniciación cristiana. Su familia llegó a venir al completo en una ocasión, aprovechando las vacaciones escolares de pascua del año pasado. Este segundo año fue muy difícil para él por cuestiones propias del matrimonio y la misma familia. Es muy difícil esta situación de misión si no es asumida y acompañada por todos. Al regreso de Navidad estaba especialmente triste y a mediados de febrero, acabado el curso de formación, se regresó, confiándome sería para no volver más. La víspera de embarcar, estuvimos tomando una cerveza contemplando el curso del Oubangui y su tristeza de nuevo tornó silencio. Ese silencio que le acompañaba a menudo y que no era tanto reflexivo cuanto de cerrazón. Consciente de la crítica que se le manifestó en la evaluación del curso, no alcanzaba a superar el hecho de que todo se centrara en él, al punto de apenas destacar y valorar lo que de bueno hubo. Hablamos del tema racial y su importancia en ello, hablamos de la forma de ser de los mismos catequistas, de las parroquias, los curas,... hablamos de casi todo hasta que se sumió en un silencio sólo atendido por su mirada. Había tirado la toalla, lo intuí, y sospechaba que aquí no quedaría la cosa, porque me habló también del naufragio de su proyecto familiar, su deteriorado entorno paterno y su incapacidad también por afrontar ese escenario de enfermedad de sus longevos padres.  

Todo, todo, lo replegó en un momento determinado al silencio y sólo contemplaba el horizonte, el curso del agua, y su mirada se fundía en la otra orilla, perdida hacia la población de Zongo, ya en la República Democrática del Congo. La tarde fue cayendo y dió paso al tímido brillar de las lucecillas de las casas, luces del todo incapaces de iluminar la escena. Apuró su Mocaf y me hizo un gesto para disponernos a volver a casa. La cena también en silencio, sólo interrumpido para preguntarme si mañana le llevaría al aeropuerto yo. Le dije que sí y un gesto tímido y espontáneo hizo que en mi hombro descansara su mano. Cuando al medio día siguiente lo dejé en el aeropuerto, repitió ese mismo gesto para mí, dentro del coche. Tomó sus maletas y entró en el barracón del control sanitario. Salió y ni siquiera giró su cabeza para despedirme de nuevo, porque yo seguía en el coche. Como si quisiera olvidar, su paso era rápido y firme hacia adelante, adentrándose ya en el pasillo del aeropuerto, donde le perdí definitivamente de vista.

Hacía apenas unos días que habíamos ido a la ACATBA/SIL y allí fue en el único lugar que le he visto disfrutar. Tanto como cuando sacábamos a colación alguna cuestión de hermenéutica bíblica del Antiguo Testamento. Le decía yo que entre su devociones por la teología paulina (judía) y por el Antiguo Testamento, era más veterotestamentario que yo, que lo soy, pero por estudio, porque mi entraña es el Evangelio. Siempre me pareció su ser católico un tanto particular, con no pocos aderezos de un protestante. El trato y uso que hacía de la Escritura, cómo abordaba algunas cuestiones dogmáticas, la oración... En todo caso era él. Allí, a esta Asociación para la traducción de la Biblia, volví hace unas semanas para participarles que nos había dejado en los primeros días de Mayo. Nadie sabemos muy bien de lo que somos capaces de hacer, en un sentido y en el contrario. 

Yo al conocer la noticia, busqué entre mis whatsapps con él, los del pasado verano, donde entonces me facilitó el correo de un comboniano alemán que conocía él bien. Le hice llegar en estas circunstancias un mensaje para que se lo trasladara a Godelieve. No tuve contestación alguna y hace unos días me puse en modo búsqueda hasta que creí dar con ella directamente. Le puse un mail, aun a riesgo de confundirme. Mail enviado, recibido y felizmente contestado después de unos días. Sí era ella. Me escribió un agradecido, sincero y extenso mensaje de 11 páginas, relatándome todo, cosa que le agradecí porque me permitió entender un poco mejor a Erik y sus circunstancias. Había recibido también mi primer mensaje que usaron el día de su funeral.

La misión tiene también páginas como ésta, tristes pero a la par llenas de enseñanza que aprender. La dilatada experiencia de Erik por numerosos países no fue antídoto para esta última. Me pongo un poco en su lugar y la angustia vivida por él en la lucha con su carácter creo ha sido ingente. Me consuela saber que cuando él ha querido siempre me ha tenido cerca y yo he sabido estar ahí con mi confrontado modo de ser mediterráneo, aceptando el cómo, cuándo y cuánto ha querido compartir desde su ser centroeuropeo. Me alegra haber persistido también y al final dar con Godelieve, a la que creo he hecho bien y me lo ha reportado al mismo tiempo a mí. Y ahora sólo queda sumirnos en el misterio de la oración, por él, ella y esos tres críos que son reclamo de vida. Manipulando a san Pablo de quien Erik era fiel admirador, puedo terminar hoy diciendo que "la misión está siempre cerca de cada uno, en los labios y el corazón" (Rom 10,8). Erik, desde aquí, blog que tú conocías te digo: gracias por el bien que Dios ha hecho a tu través.

martes, 10 de junio de 2025

IDAS Y VENIDAS

Han sido estas jornadas previas a Pentecostés, días de cierto ajetreo y sin poesía, os los comparto. Por un lado la visita del Provincial y Delegado de los Paúles me han hecho de nuevo sentir el calor humano de la familia de san Vicente. Afables y siempre sonrientes Carlos y Miguel, ambos colombianos, han visitado a la comunidad de aquí formada por Juan, Henri y Héctor. Colombianos y Congolés, están  en la lejana parroquia de Boganangone. Una vida discreta pero cercana a la realidad y sus protagonistas: el pueblo. Cuando hablan no se les llena la boca de palabras grandilocuentes, como acostumbra el clero local, que por lo general envuelven en regalo la nada. Ellos son sencillos y representan muy bien aquello que decía su cura de les Landes, que "el bien no hace ruido". Siempre encuentras en ellos la sincera acogida fraternal y el apoyo cordial de quienes se saben en misión. La visita obedece a su deseo de abrir parroquia en Bangui y de este modo con la llegada de alguno más reforzar su presencia y ayudarse en la extenuante tarea evangelizadora que caracteriza a esta tierra. Con ellos he compartido estos días diversos tiempos desde que pasaron por casa a saludar y compartir su apretado programa de semana. Hemos tenido tiempo también para vivir la alegría del encuentro con las hermanas Hijas de la Caridad que nos han abierto su casa en un barrio muy pobre de Bangui, tras la parroquia de Fátima. 


Con ellos fui a visitar el enclave de la capilla que ya lleva el nombre de San Vicente de Paul y será su futura parroquia. Un cansino camino de apenas una decena de kilómetros al norte de M'Poko, la zona de aeropuerto, en el sector de Sakaï 5. Las lluvias han repleto los grandes socavones de la ruta que no impide el paso valiente de motos y el lento vadeo de nuestro 4x4 mecido con tanto vaivén. Al llegar y en un minuto, la explanada al lado de la capilla se llena de hombres y mujeres, jóvenes y niños, que se han acercado a saludar a los padres, quienes serán sus pastores. Un buen rato de saludos  y encuentros con el catequista, entre otros. Después entramos en la capilla. No he de negar que la estampa evocó en mí la llegada en 1617 del santo a Châtillon. Aquél templo desvencijado lleno de olvido y pasto doméstico. Esta capilla que visitamos era igual. Desordenada por  doquier, entre bancos y bongos por tener, eso sí, tenía una pequeña cruz parroquial y un sencillo sagrario, con la reserva del sacramento. Allí el padre Juan nos dirigió una bonita oración. llena de agradecimiento y expectación. El regreso al coche estuvo precedido por algunos sencillos juegos que inicié con los jóvenes y niños del lugar. Creo es un enclave muy en la línea de su carisma. Ahora han de buscar dónde y cómo hacer hogar, esto es, dónde vivir.

De otra parte, el P. Romek también compartió otra jornada en torno a un café. Él y una de las laicas polacas, regresan de vacaciones. También él es sacerdote diocesano de la diócesis de Tarnov y está en misión aquí desde 2019. Hombre cercano y directo es a la par profundo y jovial. Trabajador nato, ha realizado también no pocas instalaciones solares, antes de que lo hiciera ahora Pepe. Se merece un descanso, que procura cada año, urgido también por lo duro de esta tarea aquí. Regresará dentro de mes y medio, pero ya me anticipó, que dejará la misión de Bagandou. Aún no sabe si quedará aquí con otros compañeros, irá a otro lugar o se regresará. Primero ha de descansar. 

Llegaron también de Grimarí los padres Abraham y Gladimiro. Abraham arrastra un paludismo que lo ha dejado K.O. Como aquí se confunde todo porque no hay labor de diagnosis alguna, después de haberlo subido al St Joseph Hôpital y de haberle puesto tres inyecciones, como persiste su malestar, ahora dice que puede ser Dengue, que lo padeció en Togo y parece no lo curó bien. El caso es que toman a diestro y siniestro amoxicilina, paracetamol,... Es delirante esta situación donde la sintomatología te puede llevar a sospechar que tienes una cosa u otras cuantas. Te pones a luchar pero no sabes muy bien contra quien. Ahí está el hombre, un día mejor y otro de aquella manera. 

Además llegó el otro día el padre Jonas, un misionero nativo de unos setenta años. En el transcurso de la eucaristía se puso malo y lo llevaron a la cama. Yo estaba celebrando en el Monasterio. Cuando llegue, estaba muy mal, desorientado no acertaba ni a hablar. De mi botiquín saqué el tensiómetro, pulsioxímetro y termómetro. Constantes normales, oxigenación aceptable y temperatura normal. Sólo quedaba hacerle una glucemia. Reveló este último análisis que estaba en hipo con apenas 39. Rápidamente le suministré azúcar y después de un tiempo y diversos controles, se estabilizó. Aquí la diabetes es un problema muy extendido. Cuando regresé después de una intensa mañana, el hombre me dio las gracias y yo ya le dije que ha de visitar un médico.

Para remate de fiesta y de encuentros, diversas personas de los contingentes de la ONU, sobre todo portugueses, han venido a despedirse, porque transcurrido sus seis meses aquí, retornan a casa. Son gente amigable, educada y agradecida. Los españoles nos hemos juntado  hoy en torno a la figura del Embajador que ha venido de Camerún para encontrarse con apenas la veintena de la colonia española de aquí.  Un rato compartido con compatriotas militares, Ong´s , policías y miembros de la UTM. Estábamos sor Carmen, Hija de la caridad y yo en representación de los cinco misioneros españoles que estamos por aquí. 

Ayer noche del domingo de Pentecostés, estuvimos viendo la final de la UEFA en  el Sango, un local "chill out" hecho para el personal occidental. Ya han colgado una bandera rusa..... ya sabemos que el negocio no entiende de colores... El caso es que nos contentamos con la victoria de Alcaraz y con ser subcampeones. Un gozo que los campeones sean los portugueses. 

Y así ha transcurrido esta semana de visitas, agenda, entradas y salidas de gente que de una u otra forma tienen relación con nosotros, los misioneros. No está mal dedicar aunque sean unos pocos días al año a este menester, aunque parezca en esta ocasión que ha coincidido todo a la vez.

viernes, 6 de junio de 2025

SEÑALES EN LA NIEBLA

Son raras las excepciones que destacan sobre la generalidad de un carácter, el centroafricano, que más allá de una actitud pedigüeña y de estar mirando al sol esperando a que alguien haga algo de interés de lo que beneficiarse, no hagan  en definitiva nada.  Es cierto que que hay versos sueltos, libres  y responsables que afrontan contra viento y manera, otro modo de vivir. Ejemplos he tenido en este tiempo con ellos. Pancrace y su vocación, Grâce y su rehabilitación, Beaufort y el fútbol, Roland y su empresa de diseño gráfico, Jocelyne y su formación para la administración y con un proyecto de vida a contracorriente a lo establecido... gotas de agua en un mar salado de una sociedad que se contenta con cualquier cosa y si es poco y sin esfuerzo, mejor aún. Hace pocos días visitando el Centro Don Bosco, preguntaba al hermano David, un salesiano gabonés, por qué si forman tan bien..... después nos cuesta encontrar buenos profesionales en el mercado laboral. Me decía que el ADN de este país es de un nivel de exigencia muy exiguo, una gran conformidad con los resultados de cualquier manera,  "chapuza" diríamos nosotros, y eso sí cobrar bien, como si el resultado fuera brillante. Es el cáncer de la excelencia, una sociedad que se limita sólo a cubrir el día, sin aspirar a nada más por propia iniciativa. Si les viene dado, pues lo exprimirán como una naranja y después de acabada la última gota, a esperar de nuevo otra oportunidad venida del cielo. La mediocridad es el enemigo del progreso y la dignidad. Arreglé dos motos Yamaha, que yo mismo utilicé. Después de unos meses en la misión, las encuentro de nuevo arrinconadas en el garaje porque... dejaron de funcionar. Nadie se preocupa de tener las cosas al punto. Me diréis, es un concepto un tanto pesimista de esta sociedad. Creo que es real y que sólo las excepciones nos animan a soñar que otro modo es posible.  Hoy quiero destacar a unas de estas excepciones que son el resquicio para poder esperar un cambio en esta sociedad.

Estas líneas van dedicadas hoy a un trío que son en realidad cuatro, con ese guiño abierto a que hay, seguro, más. Son  Jean Marie Vianney, Taffon Offon Behanzin, y la pareja de jefes scouts formada por Didier et Tizo Sympathique.

Jean Marie, siempre firma como Yaya. Es un joven de M'bata, alumno del Instituto Pedagógico Papa Francisco en M'Baiki. El único de su promoción (38) que ha continuado estudios superiores en la Universidad, en Bangui. Un joven que no falsificó los papeles para cursar allí estudios, como sí hicieran 9 de sus compañeros. Un joven que tampoco formó parte de ese gran grupo de 16 que no superaron si quiera la media mínima académica exigida. Aunque unos y otros, todos, fueron reconocidos con sus diplomas. Yaya era de ese grupo de alumnos que sabían a lo que iban y que por el contrario no se conformó con incorporarse a la escuela ya y ha preferido invertir aún más en su vida y formación. En febrero me hizo sabedor de sus resultados óptimos. No tuvo reparos en participarme de su patinazo en una asignatura, de la que se examinará en Setiembre. Un sistema educativo loco donde en un año cursan 40 asignaturas y cuyos ciclos son de tres años. El pasado domingo estuvimos juntos de nuevo y me comentó de igual modo su exitoso final, a pesar del infernal sistema. De igual modo me comentaba que se quedará en la capital para trabajar en algo y sacar medios con los que afrontar el nuevo curso. No quiere volver a M'bata porque allí el ritmo de vida de sus amigos, entre la kangoya y el "rien faire", simplemente le romperían el ritmo adquirido en este tiempo. Un joven con sueños y aspiraciones y entraña de educador al que ayudo, porque merece la pena.

Taffon es de Bangui. Estuvo en el noviciado franciscano y de allí pasó un año como candidato a seminarista residente en la parroquia de la Safa. "Estagier" dicen aquí. Ahí le conocí. Me llamó la atención su cuidada educación y trato con todos, también conmigo. No en vano antes de ir al noviciado había cursado primer curso en Diplomacia en la universidad. Dio el paso al Seminario a filosofía y en setiembre se incorporó en Camerún al Seminario en Bertoua. En diciembre y tras unos meses de discernimiento, comprendió que no era para él esa vida y fue valiente el desandar su paso y volver a la universidad, en este caso a Derecho. Inteligente, despierto, no por ello está exento de las contrariedades de la vida. Huérfano de padre y madre, vive con los cuatro hermanos que aún residen en el hogar familiar, de diez que son en total. Un joven responsable y exigente. Posee un fe madura y es consciente de que su vocación es la de consagrarse a la justicia y con ello servir como buen cristiano a la sociedad. Su afabilidad y confianza no mancillan el respeto en el trato conmigo. Me habla con sinceridad y con ilusión, con los pies en la tierra. Otro joven al que ayudo, porque él podrá también cambiar el futuro de esta sociedad.

Didier es enfermero en el dispensario de Centre Palma y Tizo, en Kapou, suministra productos a las pequeñas tiendas de los poblados. Ambos son jefes scouts y saben que serlo es otra cosa muy diferente de lo que comúnmente se estila por estas tierras donde se contentan con aparentar ser alguien diferente al resto sólo por el hecho de lucir una camisa y un fular, y si encima desfilan, eso les da un halo de autoridad  sobre los demás. Saben que ser scout es otra cosa muy diferente y han de luchar contra molinos de viento, fantasmas en definitiva. Han de vencer a esos que ya entrados en años quieren controlar con su inacción todo atisbo de cambio o novedad. Son cercanos y sensatos, sinceros y entusiasmados con su trabajo profético. En mí han encontrado apoyo y estímulo y quizá sean ellos los que puedan cambiar el chip de tantos niños y niñas, jóvenes que anhelan ser scouts en verdad, no con barnices perversos de paramilitares.  

Estos son algunos ejemplos de algunos náufragos en medio de esta mar revuelta que como la hormiga y la cigarra, se ríe de aquellos que se afana, se esfuerzan, se exigen, se privan, cuando lo más divertido es abandonarse  en brazos de lo fácil.  Son quizá pequeñas semillas que hay que acompañar y regar para que puedan crecer sin desesperar y se ilusionen con su modo de hacer, su forma de vivir. Que sus presencias en la educación, la magistratura, el contacto con las generaciones jóvenes pueda ser el comienzo de otra sociedad a la que sobran programas  en papel y hacen falta, precisamente, lo que ellos representan, modelos que vivan con valor y decisión los principios que dan sentido a sus vidas. Esto forma parte también de la misión. 

sábado, 31 de mayo de 2025

TIENES UNA CARTA

 Recuerdo con cariño una película de hace años "Tienes un email" y también una canción de unos años antes de Tam Tam Go, que en "Atrapados en la Red" dedicaban a la @ donde entre otras cosas se decía que "abriré un archivo en mi corazón". Hace unos días recibí en mi teléfono un enlace a una carta que me escribían unos alumnos de religión de un Instituto de Zamora. Una carta llena de inquietudes y preguntas rubricadas por sus firmas. Leída, dediqué un tiempo para responderles, y creo puede ser buena ocasión reproducirla para esta entrada de hoy en el blog.

Queridos amigos, comienzo agradeciéndoos a todos vosotros, a Félix vuestro profe de reli y a todo vuestro Instituto, que conozco bien, el detalle de acordaros de los misioneros, en este caso de mí, y hacernos llegar vuestras inquietudes y preguntas que paso a intentar responder.

Como Ginevra, Ana Belén, Alba y Rosy, yo también tengo un nombre. Mis padres me pusieron hace 55 años el nombre de Jesús. Soy el más pequeño de cuatro hermanos, todos chicos y soy de Zamora. Nací en la calle Sta. Teresa, muy cerca de vuestro Insti. Hice durante unos años diversas experiencias misioneras en Angola, cuando era como Félix profe de reli en la Universidad. Cada año en verano íbamos un grupo de alumnos a conocer y ayudar en la medida de las posibilidades a los misioneros del Verbo Divino y a las Hijas de la Caridad que allí trabajan. Así conocimos Luanda, Lobito, Lubango, Quipungo y Sendi. Experiencias inolvidables y que sembraron en mí el deseo de dedicarme un tiempo a la misión. Ahora estoy desde 2023 en República Centroafricana. ¡Imagino que tengáis que buscar en un mapa dónde está! Jjjjj porque apenas nadie la conoce. Es un país tan grande como España y Portugal juntas y está entre el 3-4 puesto de los países más pobres de la tierra. Hay en todo el país una gasolinera en la capital. Y sólo hay luz y agua en algunas zonas de la capital también. Luz y agua que están más tiempo cortadas que en servicio. Aquí tenemos muy implantada la energía solar. ¡No tuvimos vuestro apagón, porque aquí estamos de apagón contínuo! La energía dura lo que duran las baterías. Es un país que ha estado en guerra abierta hasta 2021, ahora hay mucha tensión y aquí está el destacamento más grande del mundo de soldados de la ONU, los cascos azules (Más de 30.000 !!!!). Es un país rico en recursos naturales y el segundo pulmón de la humanidad. Después de la Amazonia estamos nosotros, la cuenca del Oubangui. No hay hospitales como ahí y sólo el 30% de los niños van a la escuela……. Imaginaos también qué escuela. Hay entre 80 y 100 por clase………  para un solo maestro no muy bien formado.

Siempre me ha gustado viajar y conozco muchos países, sí. Qué duda cabe que los viajes se los paga uno de su bolsillo. Ya cuando venía a Angola con mis alumnos, cada uno se pagaba su viaje, las actividades que organizábamos no eran para pagar los billetes de avión, si no para emplearlos en los programas de desarrollo que tenían misioneros y misioneras. Queridas Silvia, Yanira, Angélica y Sheila, amo lo que hago, disfruto con lo que vivo y también sufro con ello. Me duelen las cosas cuando no salen bien y me alegro y soy feliz cuando se realizan conforme lo que se espera. Vivo mi vida como una vocación, eso es, donde no hay horarios ni límites. Os he de confesar que la recompensa que uno adquiere tanto en los logros como en los fracasos…… es increíble. Descubres que la gente te quiere y tú les quieres también, y te alegras con ellos y luchas con ellos y lloras con ellos. Ellos forman parte de ti y tú de ellos. 

Normalmente la gente es generosa y dona para ayudar a que la vida pueda ser mejor para esta gente. Hoy por hoy lo más eficaz es donar en dinero, porque permite un cambio siempre beneficioso y muy multiplicado aquí. Pablo, Samuel, Adrián, Hugo, Antony Daniel y Hugo, pensad que aquí la gente vive con menos de un euro al día y que el salario mínimo aquí son unos 45€/ mes. Comparadlo con lo que gastáis cada día en vuestros chuches o cosas del insti, comparadlo con el salario mínimo en España…… Si aquí llegan por ejemplo 100,00€ hay que multiplicarlo por 655 y son 65.500 Fcfa, la moneda de aquí, ¡más de lo que cobran al mes dos trabajadores! La gente contacta con nosotros directamente y nos piden los números de cuenta y envían dinero, también lo hacen a través de ONG’s como Manos Unidas, Cáritas o Delegaciones de Misiones. Nosotros aquí ya adquirimos lo necesarios para llevar adelante esos proyectos. Después justificamos las obras. Ayudar te hace sentir bien, claro que sí, a veces también te hace enfadar por muchas cosas que has de vencer, también por parte de ellos que a menudo se acostumbran a que les des todo hecho y no se esfuerzan lo que debieran. 

La vida de un misionero es muy normal. Está integrada por la vida de oración. Es muy importante, chicos, la vida interior, el trato con Jesús, su palabra, los sacramentos. Nadie puede dar lo que no tiene y es importante hacerlo bien, tener cargadas las pilas, porque si no nos convertimos sólo en charlatanes. Después visitas poblados, enfermos, ancianos, juegas con los niños. Te dedicas a hablar con el catequista, que aquí es una persona muy importante. Imaginaos que sólo mi parroquia es casi la mitad de la provincia de Zamora. Tengo a la capilla más distante tanta distancia como de Zamora a Valladolid. Vamos en todo terreno, porque no hay carreteras, sólo caminos. Aquí hay dos épocas. Dos estaciones, la seca y la de lluvias. La seca es de diciembre a abril y la de lluvias de mayo a noviembre. Los caminos se ponen imposibles de barro y agua y has de poner el 4x4. Más de una vez quedas en el barro y te tienen que venir a ayudar las gentes de los poblados. Hacer 80 kms te lleva 8 horas dando saltos y saltos, has de ir con mucha precaución. Llegas a los poblados te acogen, te dan cobijo y alimento los días que estás entre ellos y después te regresas a la misión donde te has de reponer y descansar un poco de viajes, dormir en el suelo, calores y a veces … la malaria. Yo ya la he pasado dos veces. 

Soy misionero desde siempre, primero lo fui en Zamora en los pueblos, en la capital, en Toro, durante 25 años. Todos somos misioneros, ¡vosotros también!, ser misionero es vivir al estilo de Jesús, para los demás. Y como os decía antes, me siento muy bien porque vivo mi vida como una vocación, una entrega. Guillermo, Zaira, Pablo y Albert, no se te olvidan las personas a las que ayudas, desde la primera a la última. Fue un chico, un pigmeo que le ayudé a que estudiara una Formación Profesional con los salesianos y pronto pondremos su taller en el poblado. La última ha sido una chica de vuestra edad, Grâce, hace apenas un mes. Ha sido operada de sus pies, porque desde pequeña vivía y se movía gateando…….. Cuando el otro día me mandó un video con sus primeros pasos de pie…… me emocioné mucho y di gracias a Dios por haber estado en el lugar adecuado en el momento oportuno. Si accedéis a mi blog le pondréis cara a los "milagros" y también esas páginas oscuras que tiene la misión. A lo mejor lo podéis leer alguna vez en clase.

La vida de un misionero no es una vida de éxitos. Es verdad que los hay, pero también hay momentos que no lo son. La vida del misionero es una vida de servicio, de entrega. Una vida de discípulo de Jesús. Hay momentos de todo tipo, pero no piensas tanto en “hacer” cuanto en “estar”, ser uno de ellos. Valoran mucho que dejando “nuestro mundo” de comodidad, hayamos venido a compartir la vida con ellos, a decirles que nos están solos, y sobre todo, que no están olvidados de Dios, sino que son sus preferidos, por eso les hace entrega de lo mejor a pesar de tanta dificultad. 

Soy misionero porque así lo descubrí en mi corazón después de muchos años dedicado a serlo también de otro modo ahí entre vosotros. Soy misionero porque la Iglesia Diocesana ha acogido mi propuesta y haciéndola suya (vuestra también), me ha enviado. Mi objetivo es descubrir ahora aquí la voluntad de Dios y ¿sabéis? Hubo un santo que dijo que la voluntad de Dios es que los hombres vivan. Hay que hacer posible la vida, la vida de verdad, la vida digna, en todos los rincones de la creación, por eso Jesús envió a sus amigos “hasta los confines del mundo”, para hacer posible la vida. Esta tarea es un regalo, no es sólo fruto del esfuerzo. Y lo que me motiva es que… me siento amado de Dios, lleno de Jesús, fortalecido por su Espíritu. ¡Es verdad que Él está siempre con nosotros, con cada uno, conmigo, con vosotros, con todos!. 

Evan, Álvaro, Daniel, Álvaro, Iker y José Antonio, cumplir, cumplir…. esto no se cumple nunca! Se van haciendo logros, vas creando responsabilidades, que cada quien sea protagonista de su vida y su historia, abierta a Dios y a los demás. Es una labor muy lenta y poco a poco y el único que podrá hacerla madurar, como un fruto, será el mismo Dios, que actúa en los corazones de cada cual de un modo particular y les orienta siempre al bien. La fe es muy importante. Si no crees en lo que haces, en lo que dices, en quién eres, ¿en Quién te envía……? La fe es el corazón de la vida una vida que si no es compartida y vivida con intensidad…. No es vida auténtica, no es fe auténtica.

Jo! ¡Vaya pregunta buena! Ya sois un poco mayores y os dais cuenta de que la vida es una escuela que nos enseña en todas las ocasiones, las buenas y las menos buenas, a ser personas en verdad. Aquí aprendes a vivir con lo indispensable, a valorar todo, todo. La misión te enseña desde el corazón de Dios. Aprendes a mirar de modo distinto a tu alrededor y al otro. Te enseña a estar cerca, con palabras o en silencio, pero a estar ahí. Aprendes a no creerte salvador, ni poderoso, si no sólo instrumento del amor de Dios. Te enseña a tener el corazón amplio en el que caben ahora todos, los que has dejado en tu tierra y parecen estar lejos y también los que empiezan a formar parte de tu familia aquí y ahora en este rincón del mundo, olvidado y que habéis tenido que buscar en un mapa, pero que es real. Esta tierra del sueño de Dios, un sueño de vida, justicia y fraternidad y para todos.

Chicos/as, os agradezco mucho vuestra carta que me ha hecho sentarme un poco y así también descansar un poco. Preguntas seguro que quedan muchas y respuestas más aún. Sólo os animo a que viváis ahí vuestro ser misioneros, valorando todo lo que tenéis para crecer como el Insti, la Parroquia, los amigos, … Agradeced cada gesto de amor en vuestras casas. Y nunca os olvidéis que Jesús confía en cada uno de vosotros para hacer de este mundo ese hogar común que habréis de construir y dejar mejor de lo que lo habéis recibido.

Na ti be Afrika, singila mingi ala kwe, nga tufa ti Nzapa  na ti ala nga sewa ti ala!*

Desde el corazón de África, muchas gracias a todos y que Dios os bendiga y bendiga a vuestras familias!

*En sango que es la lengua bantú común de este país.

Amaboko be oko ti Bwa Chus! Abrazos del Padre Chus!

Recuerdos a vuestro profes y a todo el  “MariMoli”, en especial a Félix.


miércoles, 28 de mayo de 2025

EVANGELIO DE CADA DÍA

Estos meses, allí en primavera, aquí despiertan el instinto. Gallos cantarines hasta la saciedad. Gallinas acosadas por doquier a la par que con sus cantos preconizan la puesta en sitios inverosímiles en verdad. De los cabritos ya no hablo porque bufidos y gemidos son la música que ponen a sus carreras con la pretensión de acorralar a las cabras. Ayer me sentí todo un héroe al salvar a una joven cabra que ha sido mamá hace sólo unos unos meses, de volver a comenzar de nuevo el ciclo de la vida. Atamos al macho y él fue muy quien para liberarse destrozando la soga. Los patos están igual. Mamá pato con sus polluelos ha tenido que ser resguardada de papá pato en el gallinero. Observándolos te das cuenta de lo irracional del instinto, al punto de hacerse hasta indeseable. Por contra las hembras han desarrollado diversas habilidades para protegerse. Todo un canto a la naturaleza y a su fuerza arrolladora. Los maíces que hace quince días plantó Michel en la cuneta, apenas cuarenta plantas, ya son más altos que yo. Así es aquí madre naturaleza. Imagino que las gentes de aquí son un poco también el resultado de esta inercia que lo invade todo y donde la razón se abre paso con no poca dificultad en medio de todo este panorama.

Recibo con emoción noticias de Grâce, la niña del viernes santo en Labamba, a quién la cruz ha levantado de su postración. Operada ya de sus dos pies zambos, me envían el video de sus primeros pasos por las paralelas. Su caminar vendado es decidido y firme sostenido por una amplia sonrisa que ilumina sus ojos bonitos llenos de esperanza y de futuro. Una vida rehabilitada por un encuentro milagroso, un encuentro evangélico, como el del ciego de nacimiento, como el del paralítico de la piscina, como el tullido de Cafarnaúm. También podríamos añadir el de la niña de Labamba. Se encontró con Jesús, quien la distinguió entre la multitud como a la hemorroisa. Se fijó en ella. La buscó y visitó en su propia casa, como a Simón y Zaqueo y anunció la salvación de su vida y entorno. Como a la mujer en aquél cruce de caminos le dice que no hay condena alguna, que sólo hay nueva oportunidad, que el pecado no es original, lo que es original es el perdón y la gracia y que hay que aprender a escribir en futuro. Jesús la ha tomado de la mano y la ha puesto en pié frente a Él, la ha mirado y amado al punto de fundirse en sus amplios y claros ojos y ha hecho que su mirada sea aún más profunda, más sincera. Me escribía Sagrario diciendo que nunca olvidará ella ese encuentro lleno de salud y salvación. Seguro que Jesús tampoco la olvidará jamás y será la actualización de todo milagro diario. Me escribía José Luis también diciendo que, sólo por eso le ha merecido la pena a Jesús salir al camino y adentrarse lejos, en el corazón del mundo. Sí, es verdad, Pero este gesto no es si no una pequeña prueba de que cada día hay infinidad de encuentros, de oportunidades de parte de la providencia. Multitud de miradas y gestos que milagrosamente salvan. Y ello pone en relación al que salva con el salvado. Esta es la quintaesencia de la misión, el encuentro, el amor, la salvación. Es Él mismo el que en estas ocasiones nos dice  a nosotros: "¡si quieres, puedes!". Es Él, en la discreción y lo concreto de cada jornada. No hacen falta muchos proyectos, tampoco protagonismos, basta cercanía sincera y una mirada particular.

He de confiaros que estoy feliz, contento de que fruto de la casualidad, incluso podríamos decir como consecuencia de un pecado de envidia y de falso testimonio, Él ha hecho obras grandes. De no haber sido esto... Labamba no podría ni ubicarla en un mapa. Sólo puedo decir que estoy feliz porque se cumple aquello de que cuando el hombre cierra una puerta, Dios siempre abre dos. Estoy feliz. Me dispongo a ir al aeropuerto a recoger a José Antonio, que vuelve después de casi un mes en casa compartiendo con su familia elk acontecimiento de los sesenta años de matrimonio de sus padres. Y en la espera me encontraré con quienes ya me conocen y solicitan de mí ya no llevarme las maletas o cualquier otra cosa, si no sólo que les estreche la mano, les dedique una mirada, una palabra, un comentario de la vida, algo que en definitiva les permita ser reconocidos y valorados. Tengo experiencias muy bonitas en este sentido, aquí, en el PK5, en los grandes supermercados de los libaneses. A veces sólo necesitas para evangelizar eso, pararte, fijarte, mirar, dedicar unas palabras y un gesto que rompa tanta dureza de trato y les rescate del anonimato de ser simplemente uno más a ser alguien que es reconocido por alguien.

La cercanía es esa actitud que manifiesta que de verdad los demás te importan y te hacen parar en medio de tus prisas e intereses. La cercanía consiste, creo, en mirar como Jesús y hacerlo cada día. Esa actitud tan divina y humana que conmueve a tantos voluntarios, por ejemplo en Madrid, que al estilo de san Vicente y de la mano de sor Antonia y otras muchas, se acercan a tantas vidas invisibilizadas por el ritmo de la ciudad. Ellos también escuchan y levantan a fracasados, migrantes, descartados, cansados, enfermos necesitados simplemente de ser mirados, ser tenidos en cuenta, ser amados. Que la historia de Grâce les pueda animar a levantarse de nuevo y caminar. Esa es la verdadera clave del Evangelio. Eso es vivir en salida y en misión. 

CORPUS

Fue Corpus de hace dos años, un 11 de Junio cuando puse los pies en este pais. De nuevo y sin pretenderlo ha sido también en dia de Corpus d...