jueves, 19 de junio de 2025

EL BALÓN DE ESPAÑA

Se produjo el relevo hace poco más de un mes. Los he conocido el día en el que con motivo de la visita del embajador, nos reunimos una gran parte de la escasa colonia española. Militares que reemplazan a los que antes que ellos han formado la EUTM y quienes, a su vez serán relevados dentro de medio año. Personas entregadas al servicio de la formación en materia de defensa. Misiones de la Unión Europea que despliega en zonas conflictivas y que están en vias de normalización. Con sus acciones contribuyen a la estabilidad y a la mejora en seguridad, creo que "grosso modo" es esta su labor. Pero los traigo aquí y dedico grandemente en esta ocasión por que intuyo algo diferente en ellos. De entrada se están iniciando en el Sango y ello es un valor añadido a sus cualidades y tareas. Manifiesta este esfuerzo, un deseo sincero de que su paso por aquí no se circunscriba sólo a lo que está dentro de sus programas. Hay un componente actitudinal, vital, no escrito en papel, que les lleva a empatizar o hacer suya de algún modo esta ya complicada de por sí, sociedad. Entrar, aunque sea de puntillas con su lengua, es indicador de un espíritu humano grande y noble. Esta grandeza de corazón les ha animado a acercarse a una realidad deprimida  en un rincón de la ciudad de Bangui. Sabia decisión en tanto que este contexto formará parte de sus vidas y profesiones por un tiempo. 

Hemos tenido la suerte, Gabriel y yo, de ser sus cicerones y ser testigos privilegiados de este deseo de conocer para mejor ayudar. Así dos vehículos se han adentrado esta tarde, serpenteando las bulliciosas profundidades humanas, en la realidad de esta ciudad. Lo han hecho con la comunidad de Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl que presentes en las periferias de esta destartalada marea humana que llaman capital, conviven con la pobreza ofreciendo la riqueza de su testimonio, presencia y compromiso. En la escuela, la parroquia, la cárcel. Pedazos de apenas unos panes y unos pocos peces de bondad que repartidos con amor, respeto y delicadeza obran el milagro de considerar la dignidad de las personas, especialmente las más castigadas por la enfermedad, el olvido, el rechazo, el analfabetismo, el abuso. Estas realidades han sido el objeto de la presentación que las hermanas les han hecho esta tarde, cuando todos estábamos en torno a una mesa de amistad compartida.

Más allá de protocolos y normas que hay que observar por supuesto, han sabido salir y ofrecer, ofrecerse para que algunas de estas tareas puedan si cabe, realizarse con mayor holgura. Han podido palpar las calles horadadas y repletas de agua, barro, basura. Recoger las miradas perdidas de quienes han sido conscientes de su paso, aunque haya sido evanescente y fugaz. Han ido con su vehículo más lentos que yo con el mío, como si quisieran no perder detalle de lo que esta tarde se les ofrecía. Puede que incluso crean que no han hecho nada de extraordinario. ¿Acercarse no lo es? Salir de sí y hacerse otro es la recompensa de los valientes, de los que no se conforman sólo con lo que está escrito, de los curiosos que buscan el qué de las realidades para que les motive acerca del cómo poder ayudar a paliar, a transformar estas parcelas de humanidad herida, dolida, pobre. Un campo de fútbol marcado con serrín, unos niños que saludan, unas viviendas desvencijadas y fruto del maridaje de chapas y maderas sin concierto alguno, sin consistencia... todo nos habla de esta sociedad, estas gentes, este mundo que tristemente parece se ha acostumbrado, peor, se ha resignado a vivir de este modo. Y aquí tienes a unas mujeres empeñadas en poner, en nombre de Dios, en un descosido rincón humano, un poco de esperanza en medio de tanta miseria, inquietas por que otro mundo pueda ser posible, quizá poco a poco, pero ellas constantes en su determinación. Esta lección nos enseña que la paciencia todo lo alcanza, pero ¡qué duro es aprender a ser paciente, a soñar con el propio ejemplo, a respetar, a estar y no sólo hacer!

Esta tarde de jueves de corpus Christi, ha sido tarde de gozo, de encuentros, entre lo escrito y la vida, entre el papel y la piel, entre el programa y la persona, entre el despacho y el barrio, entre la voluntad y la decisión, entre el mirar y el guardar silencio, entre el ser y el hacer. Estimo que esta es una característica de nuestro espíritu hispano, íbero y que nos permite reconocernos no sólo como agentes de algo que nos viene dado, cuanto protagonistas de lo que está por venir  y es fruto de la inquietud y generosidad de nuestro corazón y que sólo será posible si nos ponemos en actitud de ello. Esto destaco de estos hombres que en el desempeño de sus tareas, parecen urgidos a algo más y ese plus es lo que da sentido a lo vivido esta tarde.

Un balón con los colores de la enseña nacional y nuestro escudo constitucional, puso el punto final.  Bueno, no sé si es de verdad el final o el principio, el saque inicial de un partido que está aún por jugar. Deseo a este grupo de compatriotas el mejor de los resultados en aquello que realicen durante este tiempo aquí. Banquillo no les falta y además del bueno. Nuestra gratitud como misioneros por este gesto y detalle de acercarse a nuestras vidas y estos nobles deseos de ayudar. Nuestra admiración de igual modo hacia todos y cada uno de ellos por su, en definitiva, misión también. 

2 comentarios:

  1. Siendo ellos militares españoles en Misión la calidad humana esrá garantizada!!💪🏻🇪🇸

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  2. Gracias por eser y estar. Gracias a las hermanas y gracias a estos militares que hacen de su vida una vocación: luchar porque la dignidad del otro sea una realidad. Gracias

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