domingo, 29 de octubre de 2023

EL SASTRECILLO VALIENTE

Llegué en moto hace dos días a Safa. Un camino de barro infernal después de las últimas lluvias. Esta será mi última estancia en Safa, dado que el 7 saldré para M´Baïki y el 8 para Bangui para participar en el Fórum de Educación según el modelo propuesto por el papa Francisco a la Escuela Católica. La imposibilidad de encontrar señal de comunicación, me ha hecho llegar tarde a la cita, pero ya lo sabéis. Valiente porque me dice lleva confeccionados 112 pantalones y 135 camisas en estos pocos días que ha comenzado la vida en el internado de chicos del colegio Nicoló en Safa. Ha puesto su taller  en la casa parroquial, en un pequeño recinto cubierto al cielo y abierto a la tierra (sin paredes). Dos máquinas Singer, del incombustible modelo 66, de entreguerras, le dan cobertura a sus hilaturas. Antes, sobre un lienzo sobre el banco de madera acoge la tela negra y sobre ésta aplica patrones según tallas y pedidos. Su pieza de jabón recorre acariciando los perfiles y dejando esa leve huella que le guiará en el corte de la pieza. 

Una vez unidas las piezas, con esa plancha en hierro, de vientre incandescente , repasa una y otra vez el pantalón. A fuerza de recorrer una y otra vez la pieza, las arrugas desaparecen, para dejar paso a los brillos característicos.  Después, coloca con cuidado el resultado final, junto a otros ya terminados. Misma operación para las camisas. Si los pantalones son todos en recio tejido negro, las camisas otorgan a la tarea ese toque diferente, como las especias y condimentos en la cocina, y las hay, algunas blancas y las más en variados tejidos de colores, al gusto africano. 

Dos pantalones y cuatro camisas son 12.000 Fcfa, unos 18€, todo un complemento grande al comienzo de curso. Verlo trabajar es todo un arte y más en la cantidad de piezas y el escaso tiempo en el que las realiza y entrega. Después vendrá el problema de la talla. Unos que no coinciden con sus medidas, otros que han crecido un poco… Les va a dar igual porque con ello se quedan como uniforme escolar. Las chicas del internado de M´bata también gastan una falda larga y polo corporativo. Éstas además llevan la cabeza rapada, como señal social de que están en un internado estudiando. Aviso a navegantes piratas que asaltan todo aquello de lo que estiman obtendrán botín. 

La vida en los internados les asegura, en principio una dedicación más plena al estudio. No han de recorrer kilómetros cada día entre sus hogares y el colegio, distancias que llevan su tiempo y que además genera cansancio físico que merma sus, ya bastante distraídas, capacidades intelectuales. Amén de la comida y otros pormenores  que hacen de este tipo de instituciones un objetivo apetecido por muchas familias, por lo general aquellas mejor asentadas. En las filas de estas escuelas no es extraño encontrar un nutrido número de alumnos de la capital o de otras ciudades. Primeramente es un servicio preferente a la población local y necesitada. Después se completa con estas otras solicitudes.

Pero volviendo a nuestro  protagonista, nos percatamos también que a la par que realizan estos trabajos, apalabran otros, en el kodoro, en alguna familia con motivo de algún acontecimiento. Su trabajo ambulante  les hace sacar el rédito correspondiente que les permite compensar el esfuerzo de llevar en la moto toda una Singer de mesita de pie-rueca. Me preguntaba cómo harán para ir serpenteando los baches, evitar los barros y aguas sanguinolentas de los caminos, Cómo harán para superar tanto vaivén y badén. Quizá su destreza con las piezas de jabón con las que hilvanan las trayectoria de sus cortes en las telas, les haga virtuosos también al manillar de las dos ruedas. Los sastres aquí, como los vendedores de todo tipo de productos, los fotógrafos, forman parte de esa gran familia de nómadas que hacen de sus vidas y saberes, objetos ambulantes  que ofrecen a sus compatriotas, muchos de los cuáles no se han alejado de sus casas  lo suficiente como para poder ver otras cosas y confían a su imaginación el testimonio de los valientes que sí se han asomado a ese otros discurrir frenético. Vistas así las cosas, dudo ahora quiénes son más valientes, si los sedentes o los ambulantes. 

martes, 24 de octubre de 2023

EL SANBENITO DE CALCUTA

Acabo de llegar de Safa a M’Baïki en moto. Dios ha venido delante con la lluvia, el caso es que he llegado increíblemente seco a un lugar empapado por una lluvia generosa y abundante. Mañana he de ir a Bangui a participar del funeral de un joven scout miembro del Comité Nacional y representante de la Lobaye. Ayer celebré la Eucaristía en inglés en la casa de las Misioneras de la Caridad, la obra de Madre Teresa de Calcuta también en estas tierras. 

Fieles a su carisma de dedicarse a los últimos de los últimos, en estas latitudes paupérrimas esta condición la ostentan aquellos que son acusados de brujería y por ello perseguidos, amenazados y, cuanto menos, expulsados de sus poblados y casas, porque normalmente su final nos lo podemos imaginar. Víctimas de recelos y sospechas de envidias y enfrentamientos encubiertos, son por lo general mujeres. A una le hicieron un bebé para liberarla de posesión y después fueron expulsados madre y niño. A esto lo lamamos nosotros de otro modo más  claro y evidente. A otra la llevaron fuera del poblado y la enterraron viva, suerte que el obispo estaba por allí, logró rescatarla y traerla de modo discreto al Centro. Otros, simplemente llaman a sus puertas en calidad de furtivos y huidos antes de que se vean en estas circunstancias u otras peores. 

Fruto de la cultura tribal que pervive aún y en algunos casos coexiste con el mundo de las religiones, también el cristianismo, los “Nganga” son a menudo consultados en tanto que estos brujos  o curanderos (tenidos por buenos) controlan la medicina tradicional. Los “Likundo” ya tienen un halo de oscuridad y negatividad que hacen que se por lo general haya que librarse de ellos.  Versión aparte, en este sentido, serían los hombres-totem o “Talimbi” que usan diversos poderes de animales para perpetrar sus posesiones y maldades.  Un amplio espectro de prácticas que si acabado el período colonial era mal visto, en tanto que presentaba una primitiva sociedad y culturas, hoy experimentan un revival, en tanto que refuerzan el vínculo ancestral identitario. A pesar de que el Código Penal lo recoge como delito, esta fórmula pervive dentro de los límites de la justicia popular. 

La acusación, fundamentada en el rumor, es ya motivo suficiente para iniciar en serio tal caso por parte de una colectividad tradicional. Ello entiendo que es fruto de una sociedad donde la tradición oral aún tiene su peso y autoridad.  Que las mujeres sean el sujeto preferido de esta cuestiones, radica en ese status inferior al que en no pocas ocasiones hemos ido aludiendo. El colmo radica en que sean éstas y ancianas, el objetivo predilecto de tales insoñaciones. Un método muy claro de librarse de la carga de los mayores, quienes en verdad suponen una tremenda carga en estos hogares de subsistencia. Por o general las acusadas de tales prácticas suelen responder a un patrón muy determinado (enfermas, mayores, viudas, discapacitadas o débiles). Demasiado a menudo, son ellas mismas las que angustiadas y presionadas, confiesan su culpa, que acompañada por el informe de testigos, dictan la sentencia condenatoria, algo pronosticado desde el inicio.  

Toda una tragedia social que hunde sus raíces en lo irracional de algunas tradiciones donde los espíritus andan sueltos por doquier, buscando a quien domeñar y someter, entre otras cosas, si no la muerte, mediante la repugna social de los suyos. Esta descripción hecha por quien arrastra el sanbenito académico quiere revelar no sólo esta situación si no y sobre todo, la atención y predilección  de estas mujeres. También ellas locas, pero por Jesús y su Evangelio sanador, con su sencillo sari, su crucecita y siempre la sonrisa hacendosa al estilo de quien las inició en estas tareas, hacen suya cada día sus palabras: “If you judge people, you have no time to love them”. Tendríamos que como ellas mirar y cuidar sin juzgar, si no y solo amar.  Hoy además de darle al inglés, he practicado el alma. 


domingo, 22 de octubre de 2023

CORAZONES QUE ARDEN, PIES QUE CAMINAN

DOMUND no es un día. Tampoco es un slogan o una simple campaña. DOMUND son personas. DOMUND es Iglesia que vive y anuncia el Evangelio de Jesús, una buena noticia que hace posible vivir con dignidad, la propia de hijos y hermanos. De ahí que la búsqueda de la justicia y la paz, el compromiso constante por el desarrollo de culturas y pueblos, haga que los misioneros y misioneras estemos implicados en tareas de sanidad, educación y en todo lo noble a lo que aspira todo ser humano.

DOMUND es transformación, es un Emaús permanente. Un encuentro con Jesús resucitado que nos interpreta la realidad desde el mismo ser de Dios, provocando que el corazón lata con calor de vida y estimule a una mirada renovada, capaz de ponernos en marcha, de movernos y movilizarnos para que se produzca siempre el encuentro entre todos en el camino, en la mesa, en el anuncio. El camino es lugar de eso, de encuentro, de idas y venidas. Con uno mismo, con el resto de caminantes. Unos que van, otros que vienen. Hay quien se para, hay quien va aprisa y hay incluso quienes están en la cuneta, cansados o apartados del frenético discurrir de esa tierra batida por las huellas de todo tiempos. Y también encuentro con el propio Dios, al que a menudo no reconocemos en nuestro deambular.

La cordialidad y el compromiso, quedan muy bien expresados en el lema de este año. Es la fe, moción del Espíritu, la que a su vez mueve nuestras vidas para el encuentro y la salvación. Dios se cruza en cada uno de nosotros con toda la humanidad. Dios se hace cruces, señales, fuentes, sombras y hogar de estancia pausada. Dios, que es origen y punto de partida, se hace también meta y destino. Y todo ello con el calor conservado en la retina, de aquel instante en la huida, en torno a aquella mesa. Aquél gesto y palabras que abrieron las miradas al punto de hacerlas transparentes al corazón, y convertir a aquellos fugitivos en apóstoles.

La fe no mueve montañas, mueve personas y hace que la realidad sea transformada conforme la dignidad que le corresponde al ser humano según Dios. Caminar solos nos hace ir rápidos pero acompañados siempre nos lleva más lejos. Los misioneros estamos convencidos, como escribía León Felipe, “no es lo que importa llegar sólo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo”.  Lo importante es hacer camino, pisar senda o abrirla. La ocasión de esta jornada se presta a ello. Quienes sospechen de la llegada de los dineros,  que se acerquen una temporadita por estos lares. Quienes duden que esto pueda servir de algo, que se vengan una temporadita. La sospecha y la duda están muy bien cuando nos ayudan a madurar, no cuando enmascaran al egoísmo, que de por sí es ya bastante desconfiado. 

También está la otra cara, aquella que quiere hacer tan bien las cosas. justificarlas tanto al modo y manera nuestro, que al final se dejan realidades aún más pobres y necesitadas, tanto que ni pueden cumplir con esos mínimos requisitos. Sé de qué hablo. Nuestras organizaciones deben funcionar como cualquier otra, es verdad, pero no sólo somos como cualquier otra. 

El caso es que en esta ocasión, a punto de acariciar el centenario de la Jornada Mundial de las Misiones, celebramos el mismo anuncio, el mismo encuentro, el idéntico gesto, el  permanente compromiso con los más desfavorecidos de la historia y de la humanidad. Hombres y mujeres que siendo ricos les hemos empobrecido. Poblaciones a las que rechazamos de entre nosotros pero tampoco nos responsabilizamos de ellos en sus lugares de origen. Un mundo que hemos transformado injustamente para que sin saber cómo ni porqué, sufran las consecuencias de todos los cambios planetarios quienes son inocentes de tanta sobrexplotación, abuso y derroche de recursos y energía. Un mundo olvidado intencionadamente y en el que Dios ha puesto su mirada, su corazón, manos y pies, en tantos misioneros, misioneras, cooperantes y personas de bien, convencidas de que no se hará nada sin ellos, porque en definitiva son ellos los protagonistas y destinatarios de esta buena noticia que se adentra hasta latir y mueve a caminar. Domund es mucho más que un club, aunque fuera de beneficencia.

jueves, 19 de octubre de 2023

ESCULTISMO PARA MUCHACHOS

En los próximos días tendré un encuentro de dos jornadas con los jefes de grupos, jefes de distrito y con todos los cargos scouts de esta región de la Lobaye. A lo largo de estos meses me he ido acercando poco a poco a todo aquél muchacho, o no tan joven, que lucía a su cuello una pañoleta. En África, la que conozco al menos, el movimiento scout es de amplia presencia. El pasado colonial favoreció la entrada del mismo en muchos aspectos. Franceses por un lado, británicos y portugueses por otro, se preocuparon cada uno a su estilo de la entrada e implantación del movimiento scout en sus territorios. En no pocos casos de la mano de militares y/o misioneros. Les priva sobremanera todo lo marcial con lo que se puede aliñar esta iniciativa juvenil. Sus aspectos externos, su estructura y a menudo ese componente cuasi castrense del mismo, son ingredientes muy apreciados en este continente. 

Ignoran grandemente lo que en realidad hace de un chico, un scout, esto es, el método y la filosofía del juego como elemento educativo. El otro día estuve en Banghi con el capellán nacional. Un sacerdote que comparte su ministerio con el de ser el castrense del ejército, no en vano me citó para vernos en el cuartel del Ministerio de la Defensa. A lo largo de la conversación, me di cuenta de lo diferente de nuestros relatos. Para él es filón del que se nutrieron policía y ejército para engrosar sus filas iniciales. Muy orgulloso de que el movimiento naciera en África, y en medio del conflicto con los Boers en ese enclave mítico que dio título a mi anterior entrada… Hice todo lo posible en mi argumentario por aclarar ese mito fundacional y en demostrar que Bronwsea, es el lugar en el que surge en verdad el escultismo y lo hizo como lo que es: una propuesta pedagógica fundamentada en la confianza depositada en los chicos y sus capacidades. Una actitud reflexiva de observación, orientada a forjar su personalidad, el carácter que diría B.P. Así que nada de soldaditos en pequeño y menos escaramuzar toda la riqueza pedagógica y didáctica del escultismo en apariencias paramilitares. Menos aun como guerrilleros de la paz. Es todo un lenguaje confuso que, en el ambiente en el que vive inmerso este país, no ayuda demasiado a apostar de verdad por valores como la paz y el compromiso por dejar este mundo un poco mejor. 

Es un gran reto el que creo, tengo por delante. En principio devolver el movimiento a los jóvenes, porque hasta la fecha me he topado con scouts talluditos. Tendré que hilar fino para que no entiendan las viejas glorias que es una enmienda generacional, porque no se trata de eso. Pero es “escultismo es para muchachos”, acompañados por adultos, pero protagonistas y destinatarios de esta preciosa tarea de campo, son los propios jóvenes. Tendré que dedicar tiempo a conocer bien su implantación en esta región. De 10 parroquias, están en 6. Me acercaré a todos y cada uno y pretenderé devolverles el método con toda su frescura y actualidad. Para ello  tengo varias ideas. 

Usaré un espacio fijo en Radio Songo. Ya hablé con Innocent, el director de programación y está encantado de una media horita de emisión scout cada semana. Además estableceremos un despacho diocesano con horario de atención. Hay que mejorar también en lo que a comunicación interna se refiere. Además haremos un esfuerzo por una edición digna de los materiales de formación, que aunque los tienen, están deplorablemente reproducidos en folletos fotocopiados y grapados que te dejan el offset de su contenido en las manos, como si de un tatuaje de miseria se tratara. Y desde luego, apostar por la formación de la mano de MSC España. Scouts y Guías de Francia ya hacen algo de esto en Banghi. La idea es hacer un Centro de Formación Scout aquí en la Lobaye que sintamos como nuestro y favorezca la misión encomendada más cerca de sus protagonistas. Organizarnos, formarnos, crecer y hacerlo como lo que somos: Scouts. Este será mi empeño en este tiempo que a modo de rastreo iré interpretando las pistas que me encuentre y a mi vez, iré dejando las señales necesarias para que los scouts de Lobaye puedan disfrutar y vivir de su condición de exploradores, “alejados de todo adiestramiento y apasionados por la educación”, “planificando el trabajo y trabajando sobre  el plan”. No lo digo yo…. forma parte del pensamiento de B.P. ¿Qué puedo desear? ¡Largas lunas y buena caza!


domingo, 15 de octubre de 2023

ONE MORE ONE MAFEKING...!

Ha sido mi bautismo con la corrupción a pie de calle. Mermuz, (¿os acordáis de los primeros escritos? El joven de la telefonía, en Banghi… Conservo con él buena amistad). Me dice que ya me tiene un encargo que le solicité. Veníamos de ver al Comisario Nacional Scout, desde Fontana, el Centro Nacional de Formación. Pasamos por el edificio donde trabaja y Nicolás, el joven chófer de la misión, detiene el coche al borde la calle, junto a la acera, tras unos 80 mts de una salida del "round point zéro". Vemos que Mermuz se acerca por ese lado. De repente, por el otro lado, una mujer policía se acerca a la ventanilla del conductor y sin mediar saludo alguno, le solicita el carnet. Tras examinarlo, pide papeles del coche, se le facilitan y al punto dice que nos va a denunciar porque estamos parados donde está prohibido. Se bajan y se pone a emitir la multa en medio de las quejas y argumentos de ambos dos jóvenes. 

Bajo del coche y pregunto a la agente el motivo. Me lo repite en los mismos términos indolentes que cuando cursó su imperiosa y cuestionable decisión. Le pregunto si el todoterreno que acaba de aparcar delante de nosotros, no infringe también la norma y por qué a él se le ha indicado que no debe estacionar el coche y lo ha retirado, mientras a nosotros directamente nos ha multado. No responde y sigue escribiendo. De repente un gran coche  blanco con las omnipresentes, en este país, dos letras en grande en sus laterales hace lo mismo, pero a quien no le dicen nada y cuyo conductor se baja y se adentra en un negocio. Me responde que al ser de la UN, puede hacerlo. Le replico que dónde está eso escrito. Al ver el nulo caso que me hace, se me ocurre pasar a la acción. Me cambio de acera, parodio una firme conversación en alto (en español) y simulo hacer fotos a los vehículos dichos y a todos los que, supuestamente siguen cometiendo la misma infracción. Todos quedan impunes.  Los jóvenes con la policía se acercan a dos oficiales que del otro lado hacen su servicio pero, eso sí, a la sombra de un frondoso árbol. Todos me observan  y me escuchan sin  comprender las palabras pero sí comentando mis acciones y gestos, (la simulada toma de imágenes). Una vez cumplida la comedia espero acaben ellos del otro lado de la calle. Se acerca Mermuz y me dice que la policía le dice que la denuncia es de 25.000 Fcfa (38€), pero que con 5.000 Fcfa (8€) “lo arreglamos”. Entonces cruzo yo con él hacia el grupo de agentes, me niego a su clemente propuesta de solución y les digo que pagaremos la denuncia, pero que tras mi llamada telefónica me indican que pongan en la misma sus datos y la firmen. Cruzo de nuevo y espero. Tras una prolongada deliberación, vienen hacia mí los dos jóvenes y me indican que está todo resuelto, que no hemos de pagar nada y nos podemos ir. Victoria a cargo de la comedia y el ingenio sobre la injusticia y la corrupción una vez más.  

Estaréis conmigo que la cosa es más profunda que un simple señuelo, como si de un nuevo Mafeking scout se hubiera tratado hoy. Indica que los niveles de degradación pública están en alza y la moralidad y honradez por los suelos. Indica que al hombre blanco, en este caso yo, identifican siempre con posibles de los que se pueden aprovechar y beneficiar, aunque después bien vendan el hecho de que  son suficientemente capaces de salir del agujero en el que están y hacerlo por sí mismos, sin ayuda de nadie, alegando que la época colonial ya pasó. Indica una deleznable estratigrafía de discriminación  social con valoración social injusta: Los altos funcionarios internacionales, los que para hacerse entender van siempre con intérpretes, se paseen con total inmunidad por todos lados, en contraste con quienes tomándolos en serio, con su cultura y lengua, estando a pie de obra con la población, tenemos que ir abriéndonos paso en medio de no pocas dificultades provenientes de los bajos fondos de lo humano. Indica que aquellos ciudadanos que tienen además de una formación, un servicio para hacer avanzar este país, se dejan vencer por el camino, para ellos fácil, de la extorsión, el abuso y la corrupción. Indica que si esto está a la altura de la calle, nos podemos imaginar qué no habrá más arriba. Indica que el impedimento para un auténtico desarrollo son en muchas ocasiones ellos mismos, cuando muerden el anzuelo de lo fácil. Indica que no hay que dejarse vencer en el ámbito de los principios. Indica, indica ... muchas cosas más, tantas como os sugiera este hecho. 

En el coche ya, ambos jóvenes me preguntaron con quién hablé por teléfono…  porque los policías le preguntaron sobre mi identidad y ellos dijeron que era el obispo de M´Baïki. Cuando supieron la verdad de mi parte, rompieron en carcajadas. Con ello hoy han aprendido la firmeza de la honradez y el valor de la creatividad al servicio de la verdad. ¿Propondré esta fecha del 14 de octubre como día internacional de la "farsa", o mejor, día mundial de los valores públicos?.

jueves, 12 de octubre de 2023

WAPILA

Como si de un asalto de lo divino se tratara, una irrupción inesperada, así ha aparecido él. Apenas llegado y dejado la mochila en la habitación, he salido a conocer un poco el entorno de la casa. Estoy en M´bata, la que será en apenas un mes mi parroquia. Bajar los escalones de la galería superior te llevan al porche de entrada y de éste se sale al jardín. Dos arbustos en forma de piña jalonan la entrada. Palmeras, grandes árboles frutales y en una gran explanada verde emergen las piñas, algunas ya preciosas. 

Unos pasos más adelante, una palloza, de las que tanto abundan en esta tierra, con la techumbre tradicional de tupidas ramas. Me detengo y pienso que quizá a ellos su estructura circular, acostumbrados al encuentro y necesitados de protección bajo este generoso cielo, les encante esta forma de cobijo tan familiar.  

A escasos metros una casita en madera. Es aquí contemplándola, antes de dirigirme a la iglesia, cuando me percato de la inesperada presencia de un joven a mi lado. ¡Hola, soy Wapila! ¿Y tú?. Respondo que soy Bwa Chus, el nuevo párroco. Me tiende al encuentro su mano que estrecho y mirándole me percato de sus facciones. ¿Eres aka, verdad?. ¡Sí, de la capilla de Molengué!, responde. Es mi casa, ¿te gusta? me dice. Este es el trasunto por el que me cuenta que está profundamente agradecido al obispo, que fijándose en él, ha hecho posible su formación profesional en Banghi, con los salesianos. Ha hecho soldadura y ahora está trabajando haciendo sus prácticas en un pequeño puerto a modo de herrería aquí. Es simpático y va muy aseado. Será él quien me enseñe tanto su casa como el resto de la concesión, iglesia y pabellones. En su cordialidad percibo una pronta madurez impuesta por la misma vida. En efecto. Padres fallecidos, siete hermanos de los que también cinco ya no están, sólo le queda uno que está en su poblado. 

Está esperando la llegada de otros aka que van venir a la escuela de la parroquia.  Los conocí ayer. Un grupo de tres niños de unos 7 a 12 años. Todos vivirán en su casita, que visito y podría describir como una limpísima miseria de apenas tres compartimentos, vacíos de todo y sólo habitados por una esterilla al suelo, que les permitirá acoger sus cuerpecillos en la noche.  Se harán su comida en el exterior al modo tradicional. Lavarán en el río y tenderán, los días de sol, sobre la techumbre de la casa.  Así será su infante y adolescente vida. 

Me enseña lo que se ha comprado con lo que ha ido ganando de sus trabajillos. Un venerado y brillante pequeño móvil, de fabricación y marca chinas. Le pregunto por su número. Me sonríe y me dice que aún no tiene SIM. Para él tener teléfono es signo de tener otras aspiraciones diferentes a las del consuetudinario  discurrir de cada día. 

Todos estos días se ha preocupado de mí, como lo hace a diario de las hermanas Dominicas Misioneras de África, a quienes diligentemente en sus ratos libres ayuda. He notado en él una actitud sincera de profunda y teológica gratitud. Su lenguaje, marcado por un grande tono religioso, permite darme cuenta que para él, Dios es muy importante. Quizá Quién le ha rescatado de una vida sentenciada a un estilo tradicional. Para él la familia de los hijos de Dios, la iglesia, es importante también. Quizá porque ha sido el medio por el que ha recibido esa mano tendida de lo alto. ¿Bwa, cuándo volverás?, me decía cuando de nuevo estrechábamos las manos el lunes por la tarde, en esta ocasión para regresarme a M´Baiki. ¡Pronto! En un mes estoy aquí. Su leve y amplia sonrisa me hacen confidente de que ha notado que en medio de nuestro apretón de manos hay algo más. Unos billetes doblados, 3000Fcf (4,58€) y un papelillo con un mensaje: “2000 SIM +500 recharge solde + garde bien les petits aka+ mi número aquí en RCA”. Al poco de llegar, tenía un SMS suyo interesándose por mi viaje y llegada. Wapila es sinónimo de superación. Wapila es modelo de fe sincera. Wapila es ejemplo para su gente. Wapila podría ser un ángel, pero es tan humano como tú que ya sabes de él y como yo. 


lunes, 9 de octubre de 2023

HORIZONTES

 Como si fuera un mercadillo os presento varios puestos de humanidad. Hemos celebrado la eucaristía en el oratorio de las Hermanas Dominicas Misioneras de África. Ha caído un chuzo de agua increíble, al punto que han tenido que improvisar, de buen agrado, un desayuno conjunto. Regentan un colegio de la parroquia de niñas. Doscientas  niñas reciben aquí formación primaria y secundaria. Está bien reconocido, tanto que hay muchas solicitudes de otras ciudades, sobre todo de Banghi, solicitudes que se completan una vez admitidas las de esta región de la Lobaye. Los profes cobran 1000Fcf, 1,6€ la hora. Las niñas comen cada día en tres ocasiones también por 1€. La iniciativa y el trabajo es encomiable. Se acaba de construir un comedor gracias al apoyo de Manos Unidas. Habrá que pensar también en ampliar el dormitorio que ya se queda pequeño. Las hermanas, en número de cuatro, se multiplican hacendosamente entre las tareas de docencia y las del internado.

Antes de comer y partir, he podido salir del recinto de la Parroquia y encaminarme hacia el cruce de caminos que marca, Mongoumba a la derecha y M´baïki a la izquierda. He ido saludando y acercándome a todos, niños, jóvenes y adultos. La gente agradecida del gesto te tiende la mano y llena de emoción la mirada. Pero me ha temblado más a mí, porque reanudado mi camino hacia otras casas y tenderetes de por delante, un grupo de miniaturas, de verdad pequeñitos, han venido corriendo y gritando “¡Bwa Chus!”, como me he ido presentando en las celebraciones y como me conocen ya en Safa. De verdad me ha emocionado que quienes apenas son considerados aquí, los niños más pequeños, hayan roto el bullicio del camino con mi nombre y hayan corrido a saludarme. 

Todos han acogido muy bien mi presencia y el que, torpemente seguro, me comunique con ellos en Sango. Los jóvenes me quieren ayudar y lo hacen, avanzándome esa palabra que me falta para podernos entender con corrección. Están contentos de conocer al nuevo cura.  Yo también lo estoy de verlos a ellos así.

El reto es grande. Una misión bien hecha por los italianos, que la abandonaron cuando las revueltas de 2008, donde Selekas se hicieron dueños de toda la propiedad. Apenas un par de años después sería administrada por quien hoy es el obispo de esta diócesis, comboniano español. Después lo ha sido por nativos hasta este relevo hecho en la actualidad con mi persona. Aquí entraré dentro de un mes. Un desafío el de poner a punto de nuevo  todo lo material y de reorganizar la vida pastoral. Están deseosos, como así ayer me manifestó Mathïas, el catequista responsable de la capilla de San José de Mokindja, donde celebraré también en noviembre mis primeros bautismos (35) en esta tierra. Una responsabilidad que va más allá de lo personal, es del propio IEME, puesto que estaremos los dos, José Antonio y yo, al frente de la misma junto con un joven sacerdote y también un aspirante al seminario mayor que  viene de los Franciscanos, ambos nativos. 

En la gran celebración del domingo ya saludé a mucha gente, entre ellos los scouts, que en número generoso, están abandonados, quedándose muy a menudo sólo en el aspecto exterior y en rúbricas de aire castrense, innecesarias para un país ya con abundante presencia marcial y violencia contenida. Adentrarles en el verdadero escultismo como forma y actitud de vida, contagiarles la pasión por el método educativo que a partir del juego permite crecer en el desarrollo de la personalidad de modo integral. Y sobre todo organizarlos, es quizá la meta de mi trabajo con ellos. 

Distintos frentes, como veis, que durante estos años habremos de asumir con alegría, entrega y pasión, desde la vivencia del Evangelio que nos acerca y nos salva, esto es, nos ayuda a vivir con la dignidad propia de las personas de hermanos e hijos. Visitas a los kodoros y animar la vida de sus capillas, atención a los jóvenes, apoyos educativos y sanitarios sobre todo, marcarán mi tarea pastoral en estos años. Un tiempo precioso en el que, como no puede ser menos, sentimos que Él está en medio nuestro, Él hace camino con nosotros, Él siempre va delante.

sábado, 7 de octubre de 2023

BUNGBI

Cuando me pongo ahora a escribir, lo hago después de varios días sin conexión. Cuando falte a la cita unos días… ya os podéis imaginar. He estado en M’bata y la señal es débil.  Si el pasado fin de semana concluyeron aquellos días de asamblea diocesana, desde el jueves hasta el domingo hemos celebrado el consejo pastoral de la parroquia de M’bata. 107 personas acampadas en las instalaciones de la parroquia. Son los representantes de las 12 capillas en las que se organiza el territorio de la parroquia. La parroquia tiene 12.000 fieles, el resto de las capillas unos 38.000. Un día para hacerles partícipes de la asamblea diocesana. El otro, para tratar asuntos de la parroquia. Participan también los movimientos que la forman en más de una veintena larga. Días de escucha compartida. Días en lo que percibo la buena acogida a mi persona por parte de todos: niños y jóvenes en multitud, y adultos. 


Aquí hablan todos y todos se escuchan. Aun discrepando lo hacen con grande respeto. Ahora mismo vengo de la reunión de los monaguillos que en número de unos 50 son dirigidos por jóvenes. Es impresionante percibir el respeto al mayor, aunque éste sea joven. Se reúnen dos días por semana, rezan, leen el Evangelio, reciben la formación y se programan. El criterio de autoridad lo vertebra todo. 

Son un ejemplo, también ellos, en algún aspecto, ¿no?. En M´baïki he dejado a un grupo de 25 catequistas de todas las parroquias que durante cuatro meses reciben una formación pastoral, teológica y bíblica. Y ocurre lo mismo. Acampan con sus familias en esta experiencia de larga estancia, se procuran de todo, labran sus huertos, cuidan sus gallinas, hacen trabajos de madera de aquello que necesitan, o de albañilería, o de costura. Se organizan para una estancia y experiencia de meses, hasta Navidad.

Se percibe el omnipresente problema de la escasez de recursos y de dinero. Sufren las consecuencias de un país no comunicado, carente de carreteras y servicios. Son víctimas también de sus tradiciones que les hacen a menudo caer en supersticiones, sectas, santerías. Los catequistas son pieza clave para mantener la fe de los cristianos entretanto llega el sacerdote. Imaginaos que un territorio como Galicia es atendido por 22 sacerdotes, de los cuales sólo 7 son gallegos. Otros 10 son religiosos de diversas congregaciones, por lo general de fuera y 5 diocesanos (1 de otra diócesis de este país, 2 polacos y 2 españoles). La diócesis es grande en extensión y pequeña en medios. Una de las prioridades precisamente es el seminario, cultivar vocaciones de ellos mismos para ellos mismos. Tardarán unas décadas en ello, no en vano la diócesis es de reciente creación (1995). Una iglesia local que no es perfecta, como todas y en la que conviven las grandezas con las miserias.

Como están tan faltos de formación, aquí todo es “Bungbi”, esto es: reunión, convivencia, encuentro. Todos se saben parte de un todo que hay que cuidar y construir. Conscientes de su pasado, no lo son de su futuro, por eso valoran y estiman el presente. Es una de las lecciones de esta tierra. Las programaciones están muy bien pero cuando hay que hacer algo aquí, hay que hacerlo ya, porque eso de “¡mañana!”, en estas coordenadas no funciona. El mañana está a merced de demasiados condicionantes, alguno de ellos muy elemental, como la misma climatología.  

Una religiosa ruandesa me decía hace nos días: “Padre, ¿te imaginas nacer aquí, vivir aquí y morir aquí, como la gran mayoría de esta gente? Ajenos a otro mundo, preocupados por el día a día, viven inmersos en una cultura de supervivencia. De ahí que resulte un tanto difícil hacerles partícipes de alguno de nuestros principios para vivir. Estamos ya entrando bien en este mes y aún muchas escuelas no han comenzado sus cursos, que oficialmente estaba marcado para mediados de setiembre. Todo esto te hace pensar sobre la tiranía estructural de la pobreza. 

En cualquier caso hay que ser consciente de que los protagonistas de salir de esta situación son ellos mismos. Nosotros sólo les acompañamos, es verdad que de muchos modos, pero firmemente convencidos de que no se hará nada sin ellos, con ellos y por ellos. Quizá un buen comienzo para esto, sea precisamente estar unidos. Esta esperanza es alimentada cuando se contempla el rostro de la pobreza y ves que también, como nosotros, sonríe.

miércoles, 4 de octubre de 2023

MONICO

Todas las bellas historias, las que merecen de verdad la pena, comienzan como un cuento, como una parábola. Han sido días de mucho.

Mucha agua y tormentas. Un fin de setiembre y comienzo de octubre pasados por agua y bien.

Mucho trabajo y encuentro, porque del 28 de setiembre al 1 de octubre hemos celebrado la Asamblea Diocesana en M´Baïki, donde 85 personas, laicos  (por vez primera Aka también),  movimientos, catequistas, consagrados y sacerdotes (junto con el obispo como uno más en todo), hemos estado trabajando y programando el curso pastoral al hilo de la carta pastoral “Monico”, esta parábola pastoral que nos ocupa. Días de oración, reflexión y trabajo compartido en Comisiones. Yo he participado en dos: Educación y Jóvenes. Un buen ambiente y una buena disponibilidad que nos ayudarán a ir buscando cerca de nosotros y entre nosotros, las soluciones a los retos que nos plantea el trabajo pastoral, misionero y evangelizador en RCA. Días en los que es hermoso descubrir que todos por el bautismo somos llamados a colaborar, desde nuestra peculiar vocación, a hacer posible la cercanía de Dios en el proyecto de sus bienaventuranzas, actitudes del Reino.


Monico era un animalillo que, preocupado por la sed que experimentaba su poblado, se encaminó a la búsqueda de agua. Lejos, más lejos, se fue y se sintió engañado por muchos que le decían “aquí hay agua, ¡ven!” y al final nada. A punto de desistir, alguien le sugirió limpiar de nuevo sus agostados pozos. A ello le ayudaron y de nuevo la humedad hizo posible el agua, el agua la vida y la vida la esperanza. Este es el cuentecillo que prologa dicho documento pastoral  y que orienta las acciones de esta iglesia particular.

Mucha novedad, en el relevo del vicario general de M´Baïki que tras 14 años de entrega, Maximin, tendrá un tiempo sabático en Namur. Nombramientos pastorales, entre los que están los míos con el Movimiento Scout, el Instituto Pedagógico  y la parroquia de M´Bata.

Mucha ilusión puesta en jóvenes y poblados a los que dedicarme a fondo en este tiempo.

Mucha alegría, porque entre todo lo dicho, Teresa me ha comunicado los datos de la economía de este primer mes de setiembre y de la campaña del coche, ya tenemos algo más de la mitad del mismo, y además cuatro becas de estudios a cuenta del compromiso que ha suscitado este blog en alguno de sus lectores. Además diversas iniciativas están surgiendo en diversos lugares que harán posible llevar adelante algún proyecto. Como el del dispensario y escuela para la población Aka, los pigmeos de los que ya hemos hablado, en Zomea, que será una realidad muy dulce gracias a la creatividad y compromiso de mis, hermanas en verdad, Dominicas de Toro. 

Mucha gente aquí y allí y todos a diferentes ritmos y tareas, pero en la misma dirección. La misión es tarea de todos, es encargo bautismal. Es hermoso descubrir que en clausura, en la oficina, en la tienda, en la calle, en el cole, en la iglesia, en el insti, en familia, en la uni, en el campo, en el camino, con mucho o con menos, incluso con casi nada, todos, todos importamos en este encargo del Señor. Me siento a unos enviado y por otros animado.

Mucha vida por delante, como podéis ver, y hoy apenas poesía. Habrá ocasión de volver al bello estilo de acariciar palabras que expresen el discurrir de lo humano en esta  bendita tierra del sueño de Dios.