Todas las bellas historias, las que merecen de verdad la pena, comienzan como un cuento, como una parábola. Han sido días de mucho.
Mucha agua y tormentas. Un fin de setiembre y comienzo de octubre pasados por agua y bien.
Mucho trabajo y encuentro, porque del 28 de setiembre al 1 de octubre hemos celebrado la Asamblea Diocesana en M´Baïki, donde 85 personas, laicos (por vez primera Aka también), movimientos, catequistas, consagrados y sacerdotes (junto con el obispo como uno más en todo), hemos estado trabajando y programando el curso pastoral al hilo de la carta pastoral “Monico”, esta parábola pastoral que nos ocupa. Días de oración, reflexión y trabajo compartido en Comisiones. Yo he participado en dos: Educación y Jóvenes. Un buen ambiente y una buena disponibilidad que nos ayudarán a ir buscando cerca de nosotros y entre nosotros, las soluciones a los retos que nos plantea el trabajo pastoral, misionero y evangelizador en RCA. Días en los que es hermoso descubrir que todos por el bautismo somos llamados a colaborar, desde nuestra peculiar vocación, a hacer posible la cercanía de Dios en el proyecto de sus bienaventuranzas, actitudes del Reino.
Monico era un animalillo que, preocupado por la sed que experimentaba su poblado, se encaminó a la búsqueda de agua. Lejos, más lejos, se fue y se sintió engañado por muchos que le decían “aquí hay agua, ¡ven!” y al final nada. A punto de desistir, alguien le sugirió limpiar de nuevo sus agostados pozos. A ello le ayudaron y de nuevo la humedad hizo posible el agua, el agua la vida y la vida la esperanza. Este es el cuentecillo que prologa dicho documento pastoral y que orienta las acciones de esta iglesia particular.
Mucha novedad, en el relevo del vicario general de M´Baïki que tras 14 años de entrega, Maximin, tendrá un tiempo sabático en Namur. Nombramientos pastorales, entre los que están los míos con el Movimiento Scout, el Instituto Pedagógico y la parroquia de M´Bata.
Mucha ilusión puesta en jóvenes y poblados a los que dedicarme a fondo en este tiempo.
Mucha alegría, porque entre todo lo dicho, Teresa me ha comunicado los datos de la economía de este primer mes de setiembre y de la campaña del coche, ya tenemos algo más de la mitad del mismo, y además cuatro becas de estudios a cuenta del compromiso que ha suscitado este blog en alguno de sus lectores. Además diversas iniciativas están surgiendo en diversos lugares que harán posible llevar adelante algún proyecto. Como el del dispensario y escuela para la población Aka, los pigmeos de los que ya hemos hablado, en Zomea, que será una realidad muy dulce gracias a la creatividad y compromiso de mis, hermanas en verdad, Dominicas de Toro.
Mucha gente aquí y allí y todos a diferentes ritmos y tareas, pero en la misma dirección. La misión es tarea de todos, es encargo bautismal. Es hermoso descubrir que en clausura, en la oficina, en la tienda, en la calle, en el cole, en la iglesia, en el insti, en familia, en la uni, en el campo, en el camino, con mucho o con menos, incluso con casi nada, todos, todos importamos en este encargo del Señor. Me siento a unos enviado y por otros animado.
Mucha vida por delante, como podéis ver, y hoy apenas poesía. Habrá ocasión de volver al bello estilo de acariciar palabras que expresen el discurrir de lo humano en esta bendita tierra del sueño de Dios.
Qué Dios os bendiga y ayude en vuestra labor pastoral; lo deseo de todo corazón.
ResponderEliminarYa sabes que programar, programamos todos mucho y muy bien. Lo difícil es hacerlo vida y llevarlo a cabo. Ahí es donde está el verdadero reto y la actitud de dejar que Dios actúe a través nuestro y a pesar nuestro, también. Bss
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