Estamos en tiempos de vacas flacas, me refiero a la escasez de combustible. Algo ha pasado con una multinacional francesa que ha dejado de servir y la otra gran compañía que opera en el país se ve desbordada por la demanda duplicada de carburantes. Hay que recurrir a “otros mercados”. En Mbaiki hay un negocio que vende un poco de todo, el K2, y siempre nos ha tratado bien. Cuando cuelga el cartel de “no hay…”, casi siempre hay para nosotros. Bajé ayer con Nicolás y adquirí cuatro bidones de 20 litros. Preguntado sobre el origen del mismo, me respondió:: “¡Padre, es de calidad!, a lo que le contesté que eso ya lo sé, pero no le he preguntado cómo es, si no de dónde viene. Al ver mi persistencia, mientras firmaba la factura y ponía los sellos, de la casa y pagado, al momento de arrancar la hoja y dármela, me dijo: “¡de la MINUSCA, Padre!” La verdad que es mejor no preguntar pensé, mientras guardaba el recibo en el bolsillo y salía a la carretera en busca del coche.
MINUSCA es el resultado de la evolución de anteriores y distintas expediciones de Naciones Unidas para la paz en este país, BINUCA primero y MISCA después, para nacer como tal en 2014. Tiene un presupuesto que se escribe con doce cifras e integrada por una locura de personal militar (unos 18.000), personal técnico (155) y un largo número de civiles, voluntarios y colaboradores (1.520). Los países de origen de tamaño personal son Ruanda, Bangladesh, Nepal, Egipto, Túnez, Burundi, entre otros. Es el mayor despliegue que tiene Naciones Unidas en el mundo. A escaso un kilómetro de la catedral, tienen su campamento en Mbaiki, un amplio recinto atrincherado en el que permanecen acuartelado el contingente Tunecino, sólo visible por las carreteras cuando hacen sus salidas de reconocimiento, en sus anchos por demás todo terrenos y tanquetas, todos ellos blancos. También se les ve, ya de paisano, a las horas de recreo, cuando salen en masa a los aledaños de su recinto donde la población aprovecha para ofrecerles frutas y diversos productos de la zona. Quiero pensar no ofrezcan más.
El papel que desempeñan, de lo percibido hasta la fecha, creo es disuasorio, poco más, pero tampoco menos. Entre sus objetivos actuales está la protección de la población civil como prioridad. En otros momentos colaboraron con el apoyo al proceso de transición, la facilitación de asistencia humanitaria, la promoción y protección de los derechos humanos, el apoyo a la justicia y el estado de derecho y el desarme, la desmovilización, la reintegración y los procesos de repatriación. Son fuente de producción de documentos e informes que seguro son muy importantes pero que casi nadie conoce y ha leído. Cuando hace tiempo estuve con una funcionaria de la ONU en Bangui, me dijo que una de sus tareas era esa precisamente, elaborar informes y dossier sobre todo: mujeres, niños, agua, escuela, desarme, ….. una fuente de datos tan grande como incapaz de asimilar.
Pues de todo esto me dice el bueno de Maurice, que viene el gasóleo que he comprado. ¿Mejor no haber preguntado? ¿Qué significa en verdad? No quiero en verdad ni pensarlo, el mercado en estas condiciones es así. Nunca sabes, por más ejercicio de conciencia que realices, cómo bien actuar cuando tienes tantas incógnitas a despejar en un silogismo de difícil adscripción. Un país que lidera junto con Noruega, Hong Kong, Islandia y Zimbabue, el precio más alto del mundo en carburantes. El precio del litro es de 1.200Fcfa y 1350Fcfa para gasolina y gasóleo respectivamente, 1,83€ y 2,06€, un país que junto a Nigeria y Eritrea, son los tres países con los IDH más bajos del mundo. Grandes contrastes en un país que comprendido dentro del golfo de Guinea, tiene reservas de petróleo, aún sin explotar debido a las prioridades de las explotaciones auríferas y de diamantes. Aún no toca el oro negro y hay que traerlo de fuera, de Camerún sobre todo.
Estos son los oscuros sótanos de estos países ricos pero empobrecidos en los que, los buenos en esta historia, los que velan por la educación y cumplimiento de los derechos humanos y de la paz, quiero pensar no hacen cosas feas, como meterse en los mercados negros, porque no es su color, su color es el del cielo y del mar. Quisiera, a pesar de lo que dice Maurice, seguir manteniendo la ingenuidad de un niño.
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