El domingo pasado se han instituido 24 catequistas en la diócesis. Cuatro meses de formación teológica, bíblica, espiritual y pastoral les avalan. Las castas en torno a la catedral se han llenado de vida en lo que sería el poblado de los catequistas durante esos meses. Los niños se escolarizan en la escuela más próxima y son ellos os que con sus carreras y juegos hacen bullir los espacios entre los hogares. Son todos varones casados, en esta cultura de contraste debe ser así, pero acompañados y significados por sus mujeres. La pretensión del obispo es que sean también catequistas misioneros en la diócesis, a sabiendas de que hay extensas zonas de difícil atención y acceso pastoral. Baste el ejemplo de Mbanza, Bosako, Koulou, Mboulé, que en la reciente visita pastoral hacía ocho años que las comunidades cristianas de esos lugares no celebraban la eucaristía. Es verdad que cuenta mucho la actitud de los pastores, pero de todos modos la dificultad es real y en los contextos estacionales en los que nos encontramos, aún más, pero en cualquier caso nada justificable. Catequistas dispuestos a misionar con sus familias en estos lugares. De Mbata han participado dos familias, la de Yves y la de Odilón. El primero dispuesto a salir en misión.
Días después comenzaron las jornadas diocesanas, tres días en el que por delegaciones diocesanas, parroquias y arciprestazgos, se toma el pulso de lo programado en setiembre. Todo ello será evaluado en Junio próximo. Estábamos laicos, religiosos y sacerdotes en número de unos 80. Días de debate y análisis de experiencias, iniciativas. Un acontecimiento rico que manifiesta el dinamismo de la iglesia diocesana y el funcionamiento de sus estructuras.. Días de comunión.
Tras estos días, la Jornada de la vida consagrada nos concitó a todos, religioss y sacerdotes en torno a esta fiesta.. Tuve una intervención sobre la condición de la vida religiosa y los restos que se plantean en clave de misión. Día de encuentro fraterno, buena ocasión para recibir también el sacramento de la reconciliación. Por la tarde la jornada terminó con la sesión del Consejo de Consultores del que formo parte. Muchos temas, algunos delicados, otros en torno a la celebración del Jubileo de la Iglesia Universal y jubileo diocesano para 2025.
El último punto era el relativo a la petición que hemos hecho los scouts de la cesión de un espacio, un entorno, para hacer el Centro de Formación Scout de la Lobaye. Como estaba previsto, el obispo presentó la posibilidad del antiguo hospital de Zomea. Un lugar precioso en la selva y de fácil y buen acceso desde Mbaiki. Por unanimidad se aprobó y yo feliz y contento por la decisión que permitirá una mejora grande en los próximos años de los scouts de la diócesis y seguro también de este país. Hay uno ya en las proximidades de Bangui, “Fontana”, bajo el auspicio de “Scouts et Guides de France”. La idea es hacer algo parecido de la mano de MSC-España. La idea sedujo en su momento al propio Comité Nacional de aquí, y este paso es el comienzo de su realización.
Tras el impass del domingo, que aproveché para acercarme a Bobua y Bangui-Bouchia para las celebraciones, donde gocé con su vitalidad y ánimo. El ofertorio en especie, abundante, lo traje para el Seminario. Al día siguiente dio comienzo el curso de RIAP, un curso organizado por la diócesis para los agentes pastorales que se incorporan de nuevo a la tarea de la diócesis. Somos unos 20, entre sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Temas de conocimiento mutuo, historia del país y su evangelización, momento presente, líneas pastorales de la diócesis y Plan Diocesano, conforman el objeto de estudio y comentario entre todos. Así que días de mucho, mucho movimiento que me hacen estar fuera de la parroquia durante estas dos semanas. La participación y compromiso laical hace posible esta ausencia formativa. Creo que estos flash son buen ejemplo de esta sinodalidad real y efectiva.
Que no os falte, en este momento, la ayuda del Altisimo para llevar a buen término tantos proyectos ilusionante para esa joven iglesia. Me producee una gran alegría escuchar vuestros testimonios y me ánima a rogar a Dios, con más fuerza, por esta obra misionera.
ResponderEliminarLa verdad, Godo, que es una iglesia muy participativa. Los catequistas juegan un papel importante. Hay muchos movimientos apostólicos también. Una iglesia de luz, que tambien convive con sus sombras. Un abrazo grande.
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