lunes, 11 de diciembre de 2023

PUZZLE

Programando las salidas del equipo director del Instituto Pedagógico para la próxima estación seca, me han sugerido, recomendado y hasta prevenido, para que desde luego no vaya a Boganangone, como hubiera sido mi deseo. Allí, según ellos, sí que sería un blanco perfecto. Y es que este país es un complicado puzzle a modo de cómo unas piezas encajan perfectamente con otras y fruto de su ensamblaje resulta la lógica de una imagen. Podría ser un buen trasunto para explicar un poco el panorama político que vive esta sociedad centroafricana, entre la tensión, la calma, la presión, el discurrir apacible y la amenaza. Unas piezas pertenecen a la oligarquía política. Una democracia al uso por estos lares y en este continente. Una elite ajena y distante del común de la población, de sus necesidades y de su situación. Unas piezas que dan el tono al resto de la composición, haciendo que otro color, la oposición, sea tolerada simplemente para justificar la existencia del estado de democracia. 


En 2016 las elecciones auparon al actual presidente que resultó también electo en las elecciones de 2020. Este verano, él ha cambiado mediante “referéndum”, la constitución para modificar la limitación de mandatos y de este modo poder perpetuarse “democráticamente”. En 2018 entrarían en escena el Grupo Wagner para garantizar la “seguridad del país”, y aún están presentes, al punto que se acaba de firmar un compromiso de permanencia para los próximos 21 años. Tiempo que permitirá amortizar la inversión que Rusia haga en esta tierra para lograr sus fines económicos. En 2019 se firmó el Acuerdo de Paz entre los 14 grupos armados y el Gobierno, hazaña ésta que le otorga una eterna propaganda favorable, pero para nada un argumento sólido que le ampare en permanencia a la cabeza del estado. Como reacción en 2020 se creó la Coalición de Patriotas por el Cambio, quien cometió la torpeza de un intento de golpe de estado en 2021, recientemente sentenciada en firme.

La música a todo este panorama y ambiente la ponen los grupos armados. Unos son simplemente grupos violentos de desplazados desde los países vecinos y que se abren paso por la fuerza, imponiéndose a la población del lugar. Grupos de Chad, Sudán y Congo sobre todo, algunos venidos incluso de un poco más lejos que de los limes de esta geografía.

Otros son militares en toda regla, como los de Ruanda. Se los ve por las carreteras, de un color verde oliva intenso, armados hasta arriba. Sus equipos  personales son completos y nuevos, lo mismo que sus vehículos.. Controlan a menudo espacios y movimientos de tránsito. Las Fuerzas Armadas Centro Africanas, pululan también por todos lados, dejándose ver y notar en sus traslados y acciones, que lo hacen de un modo muy sonoro y desafiando con la velocidad las limitaciones de los caminos De aspecto tenebroso, con gafas oscuras y rostros un tanto duros, no inspiran a la confianza, como tampoco transmiten sensación de seguridad alguna.  Así unos y otros enseñan sus dientes a la población advirtiendo del cuidado que es preciso observar, especialmente con ellos. Se cumple lo del adagio tan nuestro de “come con el guarda…”

A las tropas de la ONU o de Europa les dedicaré otra entrada, puesto que no son equiparables a lo que hasta ahora estamos tratando.. Este ambiente de hostilidad imprevisiblemente inmediata, ha hecho que en este tiempo de los dos grandes grupos paramilitares de Seleka y antiBalaka, hayan surgido otras escisiones y facciones como el Frente Popular para el Renacimiento de la RC, el Movimiento Patriótico Centroafricano, Retorno-Reclamación-Rehabilitación, Unidad por la Paz en RC, el Ejército de Resistencia del Señor,.. y así tantos como cuantos puedan resultar de encandilar a los niños y jóvenes con un futuro mejor. El machete, unos y otros, lo tienen ya de serie, así que lo que pueda venir después será siempre una mejora. 


Hay otras piezas más sutiles, a la vez que cobardes, que se camuflan tras una diplomacia cargada de interés. Rusia ya la hemos sugerido China por un lado y Francia por otro, hacen sus negocios de modo silente pero incesante, bien aprovechando explotación de recursos sin escrúpulos, bien imponiendo la necesaria presencia de multinacionales galas, de comunicación o carburantes sobre todo.

Este es el puzzle en el que vivimos y que se complica en el aspecto religioso por la multitud de iglesias de naturaleza evangélica que lo invaden todo, llenando de letreros por todas partes, tales como:  “Jesús es la solución de todo”. En medio de todo este mosaico de realidades, los católicos vivimos con esa esperanza activa que nos hace trabajar cada día teniendo como único salvoconducto el distintivo externo de la cruz y la autoridad que otorga una credibilidad social adquirida por el compromiso de las obras y el apoyo y reconocimiento de la población, especialmente la más humilde. Llegados a este punto, sólo pido que esta realidad no rompa su equilibrio, evitando que a modo de un niño caprichoso y enfadado, de al traste con la urdimbre de una imagen, que a pesar de nos ser perfecta, está compuesta por infinidad de piezas, entre las cuales ahora me encuentro, como hombre de paz.

PD. Perdonadme que evite siglas, por razones obvias y estad tranquilos que aquí se aprende a ser, en medio dela exigencia del evangelio, a ser prudente y hacer caso siempre del consejo dado con sabiduría y estima. En mi caso, no iré a Boganangone.


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