viernes, 7 de junio de 2024

JUNIO

 Podrían pasarse horas y horas cantando. Llevo el coche  cargado con 19 jóvenes que van a participar desde el jueves al domingo en el foro de jóvenes de la diócesis que se ha organizado en Bagandou. Un espacio en el que a través de sesiones, intervenciones, grupos de trabajo etc, reciben entre todo ello una información que les ayude a madurar y situarse ante la vida. Aquí el concepto ¨joven¨ es de mucho más amplio espectro que a lo que estoy acostumbrado. Hay una horquilla muy amplia  desde adolescentillos hasta maduros de veras, entre los cuales hay también los concitados. De Mbata son todos de edades entre los 18 a los 35, pero de otras parroquias hay de todo. Van casi con lo puesto, apenas un pequeño, en verdad escaso, hatillo y nada más. 

Paramos en Bouchia para aprovechar el viaje y llevarle al obispo la mandioca, las numerosas piñas y mazas de bananas, el aceite de palma que le ofrecieron en la pasada visita pastoral. Será un buen complemento para la semana en la que esperan en Mbaiki se celebre  la sesión de la CECA, la Conferencia Episcopal Centroafricana que junto a los nueve obispos congregará también al séquito que acompaña a cada uno. Tienen la costumbre de reunirse dos veces por año, la de Enero en Bangui y la de Junio van pasando por cada diócesis. La mayoría de Obispos son ya del país. Apenas queda un polaco, el recién nombrado italiano, como coadjutor en Bangassou y los dos españoles (Juanjo Aguirre y Jesús Ruíz).

Este mes de Junio estará entre nosotros caracterizado por la celebración de Bautismos por las distintas capillas. El trabajo que no han hecho los catequistas en Pascua hace que los tengamos que celebrar ahora, antes del makongo, porque este hecho, salir a la selva en busca del gusano en cuestión, cataliza la vida de estas gentes, capillas y poblados, en nuestra región de la Lobaye muy especialmente durante los meses de julio y agosto.  Así que días de preparación, catequesis, confesiones y celebraciones. Ya hemos distribuido el programa completo y apretado que, esperemos las lluvias nos respeten y permitan realizar.

Aprovecharé la estancia en cada poblado para lo que he llamado el despacho parroquial portátil. Hay mucha gente que reclama sus carnets que por diversas circunstancias no tienen. Esas cartas amarillas donde además de sus pocos datos personales, a menudo aproximados nunca ciertos del todo, figuran los diferentes sacramentos recibidos, su estado y su participación en el sostenimiento de la Iglesia mediante esas donaciones establecidas del dinero de culto (para el sustento de los curas) y el ticket del seminario. En total donaciones personales de apenas 2,3€ al año entre ambos compromisos. Un aspecto que aquí se controla mucho como indicador de su compromiso cristiano. Pues bien, muchos no lo tienen porque lo perdieron, porque no se lo dieron o no se lo devolvieron a la hora de atestiguar para ser padrinos. Ante la dificultad de movimientos de esta tierra, se me ha ocurrido acercar la montaña al profeta  y tomar los libros, las cartas y los sellos y hacer posible que todo el mundo pueda tener su documento en el que también consignan las confesiones. Espero que después de este esfuerzo y tarea, descienda la cantinela que hasta ahora me ha acompañado capilla tras capilla solicitando dicho documento.

Salgo al jardín y los akas que viven en la misión, unos siete menores, están jugando al futbol. Un balón de telas y lanas se mueve con dificultad por entre la hierba, impulsado por las patadas de sus pies descalzos. Subo a la habitación y bajo el último balón que tengo traído de España. Les sigo observando con atención en su intento de que ese amasijo esférico entre por el medio de dos ramas de palma hincadas en tierra a modo de portería. Les hago entrega del nuevo esférico que en apenas unos segundos está en juego, animando aún más su alegría.  Mientras pienso en la desgracia de sociedad en la que estamos también nosotros aquí inmersos. En apenas un día se irán de vacaciones de verano ya. Un país con una escolarización muy deficiente y escasa, además se toma el lujo de acabar un curso escolar pronto, que retomarán también tarde. Una desgracia que cuando la cuestionas, simplemente te miran porque ante la vacación todo el mundo se pliega. 

Las lluvias están volviendo poco a poco, presagio del inmediato makongo, siempre makongo, todo makongo…..





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