Hoy es el día de San Patricio, y como buen misionero, su jornada viene llena de vivencias muy dispares. En primer lugar el recordatorio que me hace una red social de algo que vivimos tal día como hoy hace siete años. Era domingo y finalizamos entonces la Eucaristía con la llamada bendición irlandesa. Un hermoso texto que allá por el 2011 y en el contexto de la JMJ en Madrid nos enseñó en el desarrollo de un encuentro, un carmelita, que ahora es Superior General de los Carmelitas Descalzos, el P. Miguel Márquez. Un texto bonito que acompañaba con gestos expresivos. El texto que usamos, de él hay muchas versiones, dice así: “Que el camino crezca contigo y que el viento juegue en tu espalda, que el sol ilumine tu cara, que la lluvia caiga suave en tus campos y hasta volverte a ver, que Dios te acoja en el hueco de sus manos”. Un recuerdo muy entrañable para mí de aquél momento y de las ocasiones en los que la repetimos, momentos de envío misionero a Angola en aquellos veranos universitarios, preámbulos del hoy aquí.
Tras la sonrisa agradecida del corazón por este emotivo recuerdo, parto para M´Baiki con dos pretensiones. Encontrarme con la Magistrado y Procuradora y presentar las cuentas de la Parroquia en el Obispado. El primer encuentro viene motivado por las consecuencias de una mala actuación de Marcel Kete en las tareas de registro catastral de la capilla de Ndongo-Boyoba. Era previsible, como en su día ya apunté, que este sistema genere no pocas dificultades, sobre todo cuando el yaya-kota, el responsable de la capilla, tampoco ha gestionado bien el asunto. Al finalizar ayer la Eucaristía y en presencia de toda la comunidad, expresé que la propiedad más importante que podemos tener en un poblado es la buena convivencia y paz entre todos. Algo que aquí se ha enturbiado a propósito de ambos. Era mi intención, les dije, zanjar el problema e ir una pequeña comisión con el Mokonzí (jefe del poblado) a ver a la familia en desacuerdo con el trabajo hecho por ambos. Así lo hicimos y tras acercarnos unos kilómetros hasta su casa, pudimos hablar con los afectados, aclarar posiciones y buscar pacíficamente un acuerdo, cosa que logramos. En presencia de todas las partes, Marcel deberá hacer de nuevo sus mediciones de acuerdo a la realidad y conforme la aprobación de todos. Ello le expresé a Madame Martinelle, que muy gentilmente me ha acogido y valorado el esfuerzo en aras del entendimiento. Respecto al responsable, tendrá que pedir disculpas a la comunidad y al Obispo, al que ha implicado sin necesidad.
No pensé que tuviera que tocar estos palos, de verme indirectamente involucrado en problemas que no he generado, pero en los que me toca mediar. De todo se aprende. El hecho de la planificación de la nueva carretera Congo-Bangui que vertebra nuestra región y atraviesa nuestros poblados, me ha hecho tener que afrontar, quizá todavía desde nuestra mentalidad, estas labores previas. Dudo que el resto de vecinos tengan esta preocupación y previsión, entre otras cosas porque ambas precisan fondos. Dudo también que la carretera sea una realidad durante mi estancia aquí estos años, a pesar de que los Chinos a quienes se les ha otorgado la concesión, ya hayan construido una enorme “ciudad prohibida”, un recinto extenso del que supone será guarnición de maquinaria. Han transformado una colina en las inmediaciones del cuartel de la MINUSCA, en una gran explanada, vallada con madera y ladrillos y flanqueada en sus ángulos por elevadas garitas. Más parece un cuartel que un depósito de máquinas.
En el transcurso de mi estancia en Mbaiki, se inauguró la época de lluvias con una tormenta que se desató, grande en viento y agua. El camino ha reaccionado con los primeros barrizales y aguas de tierra sanguinolenta. El regreso ha sido lento y al llegar, he celebrado la Eucaristía con las hermanas dominicas, he preparado algunas cosas y aprovechado para video conferencia con Dublin, para saber cómo van las cosas en la familia por allí. Antes de rendirme al sueño, un mensaje de whassap me hace sabedor que acabo de ser por segunda vez, tío abuelo, en esta ocasión en Valencia. Patricia en el día de su santo patrón, ha traído al mundo a una niña preciosa.
Finalmente hablo con José Antonio, con el que he compartido algún rato en este día en Mbaiki, y con alegría me dice que desde Burgos una persona ha hecho una donación de 15.000€, dinero necesario para poder hacer una capilla, así que iremos proponiendo poco a poco sustituir las capillas de bambú llenas de inconvenientes, por construcciones también sencillas pero dignas. Así que un día de trébol pero no de tres hojas, si no de unas cuántas más. Un día de nuevo para dar gracias a Dios por todo lo que nos ofrece y nos confía. El cuerpo no da para más y me confío al reposo de una noche, que al menos, resulta más fresca que la anterior.
Enhorabuena por esa nueva vida que viene a ampliar la familia.
ResponderEliminar