jueves, 13 de julio de 2023

LEITMOTIV

No ha escuchado nunca a los Beatles. Tampoco sabe quiénes son Cervantes o Coldplay. Ignora la existencia (por supuesto no la ha visto) del Rey León… Atónito está ante las cualidades táctiles de un Smartphone. Están con esa telefonía que  nosotros ya manejábamos en los 90, de teclados predictivos y pantallas en negro. Este es el punto contextual de nuestro encuentro en torno a una mesa entre un joven de apenas 27 años, sacerdote, y yo. Dos mundos, de preámbulos dispares, que se buscan para encontrarse. El recuerdo indeleble de la guerra, que él si ha vivido en sus últimos compases, le marca tan profundamente que hasta su rostro se duele transformado en el gesto y en el tono y ritmos de su argumento. “Nosotros, Padre, nuestros abuelos vivieron la colonia, ni siquiera eso porque esto fue una concesión que Francia hizo de modo particular y caprichoso a una Sociedad de Explotación”. “Nuestros padres y mi generación hemos vivido la guerra… diferentes momentos pero una única realidad de muerte, destrucción, horror y un retroceso sin sentido. ... Apenas se lo que es vivir en paz”. Sus palabras son como lágrimas arrastradas desde su rabiado interior que al pronunciarlas tornan reproche dirigido a no se sabe muy bien quien…. Me producen una sensible fenda cordial. Escucharle me emociona.

En el embarcadero los jóvenes me hablan de falta de horizontes, y de una de sus cualidades vitales…. “la souffrance”. Les explico que creo no es una cualidad. Están convencidos que viven para soportar el sufrimiento, de ser colonizados primero, violentados después y ahora olvidados finalmente por los suyos que viven inmersos en la corrupción y por todo un mundo que les ignora. Viven sometidos al destino impuesto siempre, por blancos, por las armas, por ellos mismos. “Necesitamos esperanza, Padre, creer que todo esto puede cambiar y puede ser de otro modo”. ¿Quiere viajar a la otra orilla del río?, ¡le llevamos con gusto!”. He venido a estar con vosotros, así que cuando cruce, cruzaré con vosotros y me acompañaréis a Loko!. Ayudar a montar en la canoa una mamá embarazadísima y ya con tres pequeños a su cargo. Atarles bien la carga, quitarles los pollos muertos que llevaban asfixiados a sus espaldas y dejarles sólo los supervivientes. Ajustarles la bala de ropa, no se si limpia o sucia, pero sí bien húmeda y pesada, colocarles los peces,…. Tareas todas ellas a las que me he uncido mientras estuve con ellos, compartiendo un poco de palabra y gesto.

Hoy en la misión, un profe de Kokombé, aldea por la que ayer pasé de ida y de regreso, dice que el “Ngômbaya Bwa” (El nuevo Padre blanco), era la conversación por los rincones del poblado. Verme como aquél de Hammelin, se ve que es una estampa que les ha llamado la atención, porque música todavía no se componer en Sango… Hoy han sido destacados en la evaluación del Colegio en su  cuadro de honor, Dedemo y Pancrace, mis grandes maestros infantiles. En ellos pienso, en su futuro cuando repaso este mantra existencial que parece perseguir a esta sociedad y que amenaza hacerse suyo un día también. Nadie ha nacido para sufrir. De ahí que ser y hacer, sean también para RCA el preámbulo de un mañana por estrenar entre todos. Quizá éste sea el sueño de Dios: sembrar y contagiar esperanza. Quizá,… hacia él nos orientamos. Al saludarles se les escucha en reiterativo tono, un "Merci" que se siente aún de obligado cumplimiento colonial, más que de espontánea educación. ¡Buscamos ese norte de libertad y alegría! Pancrace ya aprendió a hacerlo. Vislumbrar estas tierras felices, de nuevo preñadas de preciosos y sabrosos cafetales, (en esta ocasión suyos en verdad), es quizá la utopía que sólo el tiempo sabe si la hará suya un día. 





4 comentarios:

  1. Hola Chus, ya veo que estás bien y me alegro muchísimo de que así sea. Escribes muy bien, felicidades. Tus palabras nos trasportan a tu nueva realidad. DDura

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Manoli! me alegra saber que tus esfuerzos por entrar en el blog y comentar.... han dado resultado. Yo tampoco, hace quince días, sabía nada de qué era esto de un blog y cómo funcionaba. Sí, nos ayuda a saber los unos de los otros. Cuidate y gracias, de veras por tu sincero interés en seguir estas crónicas desde RCA.

      Eliminar
  2. Es evidente lo que la avaricia del hombre puede hacer. A Dios gracias también se pueden hacer otras grandes cosas. Ánimo. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En nuestra mano está hacer el bien o no. Pienso que aquellos que no lo hacen, no han descubierto de verdad lo que significa nuestra condición humana, inteligente y felicitante por naturaleza y por lo mismo, breve y única. Un abrazote y recuerdos por la ciudad de Toro!

      Eliminar